El Gobierno interviene cooperativa montereña


El norte
Luego de 35 días de haberse suscitado el conflicto en la Cooperativa de Servicios Públicos Montero Limitada (Cosmol) a causa del despido de siete funcionarios, determinada la misma por el gerente y concejal electo, Víctor Hugo Cabrera, y de haberse producido una serie de denuncias a raíz de supuestos malos manejos y contravenciones a los estatutos internos, ayer el Gobierno, a través de la Dirección General de Cooperativas (DGN), intervino por 90 días a la institución.
La intervención se realizó a las 7:30 en cumplimiento a una resolución del Ministerio de Trabajo y Previsión Social, con la participación de 100 efectivos policiales fuertemente equipados, al mando del director de la Unidad Operativa de Tránsito (UOT), Ramiro Álvarez, y del director de la Felcc, Robert Bellota.
Los uniformados al mismo tiempo tomaron la sede social de la cooperativa en el barrio La Ponderosa, el pozo Nº 7 y las instalaciones centrales de Cosmol, donde hacía 33 días que el Sindicato de Trabajadores se encontraba haciendo una huelga de brazos caídos exigiendo a los directivos la restitución a sus fuentes laborales de los funcionarios despedidos.
La comisión ingresó a las 8:45 a la sede social. De estas instalaciones salieron a las 9:30, secuestrando un CPU ‘y documentación fraguada’, según dijo el fiscal Cornejo. Entre tanto, un grupo de trabajadores administrativos y el gerente, Víctor Hugo Cabrera, se apostaron sobre la esquina de las calles Agustín Saavedra y Ezequiel Hurtado, luego de que los policías no los dejaron ingresar.
Cabrera, calificó el operativo de la Policía "más eficiente que el que se hizo en Huanchaca y San Javier. Para eso vemos que la institución verde olivo es muy eficaz, pero no así para brindar seguridad ciudadana a la población, además que ni ustedes los periodistas tienen una copia de la intervención que se hizo a la cooperativa" agregó.
Por su parte, el presidente del Comité de Socios, Seferino Cafia, pidió calma a la población y se comprometió a fiscalizar el trabajo del interventor.

Los trabajadores esperan atención a sus demandas
A pesar de que no se sabía nada de su demanda laboral, sin embargo existía mucha satisfacción en los trabajadores que decretaron una huelga de brazos caídos durante 33 días y que enfrentaron a los directivos de los que aseguran que durante años soportaron prepotencia, exclusión y el magro salario que percibían con relación a los administrativos que supuestamente eran los ‘apadrinados’. Esa es la conclusión a la que llega el ejecutivo del sindicato, Julio Méndez, que indicó que la intervención se veía venir ante los  problemas que habían. “Sin embargo nosotros vamos a continuar con la lucha para que atiendan nuestras demandas”.



Nota : El Deber

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