Durante toda la sesión sólo dos asambleístas reconocieron que aprobaron el sueldo de 13.900 bolivianos, el resto se deslindo de toda responsabilidad.
La propuesta de revisar el monto de los sueldos que percibirán los asambleístas desató un infructuoso pero candente “todos contra todos”. El debate duró más de cuatro horas. Los desacuerdos no sólo se advirtieron entre los parlamentarios del Movimiento Al Socialismo (MAS) y Camino al Cambio (CC), sino que se ampliaron a las bancadas indígena y de Poder Autonómico Nacional (PAN). Incluso se evidenció llamativas diferencias dentro de la propia bancada masista, pero al final de la sesión los asambleístas decidieron nomás ganar el equivalente a 22 salarios mínimos, es decir, 13.900 bolivianos o casi 2.000 dólares americanos. Se trata además del sueldo más alto de los nueve departamentos, mayor incluso al de los asambleístas cruceños quienes ganarán 13.500 bolivianos.
Durante la discusión se observó un notorio distanciamiento entre el Movimiento al Socialismo (MAS) y Poder Autonómico Nacional (MAS), agrupaciones políticas que concretaron un acuerdo para tener mayoría en la Asamblea Legislativa Departamental.
La deliberación se inició con la lectura de correspondencia. Al menos cinco organizaciones enviaron una carta a la directiva parlamentaria cuestionando el monto del salario que se aprobó la pasada semana y solicitando la reconsideración del mismo. Una de las misivas de la bancada del MAS solicitó que se reconsidere la dieta de los asambleístas y se tome en cuenta el monto de 8.000 bolivianos. A esa misma solitud se sumó la bancada de Camino al Cambio, mientras que la agrupación PAN y los Pueblos Indígenas se mantuvieron al margen.
A partir de ello, se generó una serie de intervenciones. Entre los asambleístas se culpaban de aprobar, por voto secreto, el salario de 13.900 bolivianos, sin embargo, ninguno admitió inicialmente quiénes propusieron y votaron por ese monto.
“Fuimos cuestionados duramente no sólo en la capital, sino también en las provincias”, dijo el vocal de la directiva parlamentaria, José Antonio Quecaña (MAS), quien pidió a los asambleístas de Camino al Cambio, PAN e indígenas reflexionar sobre ese tema. Asimismo lamentó que todo el peso de las críticas haya recaído sobre todo en la presidenta de la Asamblea, Aluida Vilte.
Por su parte, el parlamentario Sergio Reyes calificó de desleales a los asambleístas del MAS, a quienes les recordó que también votaron por un sueldo de 13.900 bolivianos. En ese sentido, pidió a las bancadas en su totalidad asumir la responsabilidad de los debates y de esa manera darle seriedad a la Asamblea.
“Apoyan el voto secreto, salen a la calle, se rasgan las vestiduras y quieren lavarse la cara con la prensa. Eso no es otra cosa que una doble moral, dicen una cosa ante los medios y actúan diferente a través de voto secreto”, dijo Reyes.
A esa intervención respondió la asambleísta del MAS, Bertha Barrientos, quien aseguró que la bancada de Camino al Cambio es la que se aprovechó de esa situación, haciendo declaraciones en contra de su bancada y la de PAN.
“Nosotros lo único que hicimos fue respetar el voto de la mayoría, que fue secreto. ¿Para qué vamos a ganar más de 8 mil bolivianos?”, dijo Barrientos quien acusó a bancada oficialista de querer deponer a la presidenta de la Asamblea Departamental.
La alusión fue respondida por la vocera de Camino al Cambio, Sara Cuevas, quien recordó que su bancada no propuso que la definición de las dietas se haga en una sesión reservada. Asimismo recalcó que tampoco propusieron un sueldo de 13.900 bolivianos.
En ese sentido, Cuevas recomendó a los asambleístas del MAS tener cuidado con sus propios compañeros ya que existirían personas que están manejando un doble discurso y estaría realizando un “tráfico de información”, con el único objetivo de afectar la imagen de la Asamblea Departamental.
“Ahora quieren lavarse las manos y hacer quedar mal a Camino al Cambio. Sean éticos en su trabajo y no mal utilicen la palestra que tienen de momento”, recalcó Cuevas.
Ante esa alusión la asambleísta del MAS, Neida Antelo, que estaba a cargo de la Comisión Económica que evaluó al propuestas salariales, pidió que se inicie una investigación para conocer quienes “filtraron” la información sobre el monto de la dieta y se sancione a esos asambleístas.
Al igual que Barrientos, Antelo acusó a la bancada de Camino al Cambio de armar “todo un show” ante los medios de comunicación, con el único objetivo de debilitar la Asamblea Departamental.
Tras las constantes acusaciones entre el MAS y Camino al Cambio, el asambleísta y jefe de bancada del partido de gobierno, Lino Condori, pidió respeto y seriedad a los parlamentarios. “Todos votamos por una propuesta. Ahora no nos echemos la culpa entre nosotros y aceptemos la responsabilidad los 30 asambleístas”, agregó Condori.
Quienes se mantuvieron al margen de las acusaciones y el “debate” fueron los asambleístas del PAN y los representantes de los Pueblos Indígenas, quienes no se pronunciaron a favor ni el contra de la reconsideración de la dieta parlamentaria.
Máxima Sánchez, asambleísta de Caraparí por la agrupación PAN, fue la única que desde el inicio de la sesión mantuvo su posición de que la dieta parlamentaria debe ser de 13.900 bolivianos.
Sánchez de manera enfática indicó que si bien el PAN firmó un acuerdo con el MAS, eso no significa que se someterán a su decisión, y que de ser necesario romperían ese pacto a fin de defender su decisión. “Nosotros no le tenemos miedo al pueblo, ni a las organizaciones sociales, y no nos vamos a someter a las decisiones de un partido. Hicimos un acuerdo, pero no quiere decir que tengamos patrones”, recalcó Sánchez.
¿MAL ASESORAMIENTO?
Tras hora y media de debate, se puso en mesa la reconsideración de la dieta asambleísta, la propuesta era reducir el monto de 13.900 bolivianos a 8.000.
Los asambleístas Paul Mendoza, René Valdez y Atilio Arroyo, recomendaron a la directiva de la Asamblea Departamental conformar una comisión integrada por los jefes de bancada. Esto con el objetivo de analizar todas las propuestas y presentar al plenario una que contenga todas las consideraciones económicas.
Los parlamentarios advirtieron que si se votaba directamente por la reconsideración y no se lograba los dos tercios de votos, el tema ya no podría ser tratado por el hemiciclo, según lo establecido por el reglamento interno de la Cámara de Diputados.
En ese instante afloraron las desinteligencias y divergencias en la bancada masista. Las asambleístas del MAS, Bertha Barrientos, Guadalupe Jurado y Nila Romero, por recomendación de sus asesores que se encontraban cerca de ellas, pedían que se vote primero por la reconsideración.
Ante la presión de una y otra bancada, la presidenta Aluida Vilte, pidió a los asambleístas votar por si se reconsidera o no el sueldo de 13.900 bolivianos. Según el conteo, sólo 16 asambleístas votaron por la reconsideración, sin embargo, se requería 18 votos para lograr los dos tercios y volver a tocar ese tema.
Tras la votación, los de Camino al Cambio pidieron que se respete el voto y recordaron que no se podía reconsiderar un tema dos veces. Los opositores no ocultaron su sorpresa, sin embargo, inmediatamente los asesores indicaron a las asambleístas del MAS que pidan el conteo de voto nominal.
Esa petición la hicieron cinco asambleístas del MAS, por lo que se procedió al conteo del voto nominal. En ese sentido, el secretario y asambleísta del MAS, José Amás, llamó a cada uno de los parlamentarios y les pidió que voten públicamente.
De los 29 asambleístas presentes, 16 votaron por la reconsideración, dos lo hicieron por la no reconsideración y 11 se abstuvieron de emitir su voto. Nuevamente no se logró los dos tercios.
“Que quede claro que nosotros como bancada del MAS tenemos las ganas de que se reconsidere los salarios, hemos buscado el consenso, pero no se logró los dos tercios”, dijo la presidenta de la Asamblea Departamental, resignada a la decisión tomada por los parlamentarios.
Vilte, lamentó que tras cuatro horas de debate sólo se haya ratificado el sueldo de los 13.900 bolivianos y no se avance en otros temas igualmente importantes, como el reglamento interno. Finalmente, la presidenta procedió a retirarse del hemiciclo y dejó la dirección en el vicepresidente, Justino Zambrana.
DATOS
· Un funcionario del MAS ingresó con una cámara filmadora para grabar el debate. Sin embargo los asambleístas de Camino al Cambio pidieron que se retire, ya que no pertenecía a ningún medio de comunicación. Esa petición fue apoyada por la asambleísta Felicidad Alarcón quien consideró ese hecho como un amedrentamiento del partido de gobierno.
· Durante su intervención, la asambleísta Neida Antelo acusó a todos los medios de comunicación de ser comprados por el gobernador, Mario Cossío, por masificar las dificultades por las que pasa el Parlamento.
· La asambleísta, María Lourdes Vaca, observó el hecho de que los asesores del partido de gobierno constantemente se acercaban a los asambleístas del MAS para orientarlos en sus intervenciones. Recordó que de acuerdo al reglamento de la Cámara de Diputados, esa situación está prohibida y sancionada.
· Llamó la atención el silencio que mantuvieron asambleístas como Marcelo Poma, Bertha Aramayo y Neida Antelo al momento de debatir la reconsideración de los salarios.
· La asambleísta Sara Cuevas, pidió además que se reconsidere el número de funcionarios que presente contratar la Asamblea Departamental. Propuso que de 115, sólo se contrate a 55 personas.
0 Comentarios