Demasiadas líneas y poco control

Los transportistas dedicados a trasladar seres humanos deberían renovar sus vehículos cada siete años. Revisarlos a diario, especialmente los frenos, antes de sacarlos a circulación. Los choferes deben tomar todas las medidas de seguridad incluyendo la limpieza. La pasada semana un micro de la línea "G", al bajar de "Alto Temporal" por la avenida Las Violetas perdió sus frenos y para "salvar la vida" de los pasajeros, el chofer, estrelló el colectivo contra un muro para detenerlo, es el tercer accidente por falla de frenos en esa línea. ¿Cuántos hechos similares suceden en sitios empinados que desconocemos? Hay demasiadas líneas y poco control, los relojes que, supuestamente, servían para regular la frecuencia de los vehículos se convirtieron en "saca multas" que benefician a la infinidad de sindicatos de transportistas que sirven para darse de palos y bloquear. Las autoridades deben poner fin a la circulación de carros viejos sin temor a la Federación de Transportistas. Es hora que Tránsito y las autoridades tomen medidas de cautela para evitar el dolor de muchas familias que utilizan esos servicios. Los transportistas pretenden aumentar el pasaje en 60 centavos, sin garantizar la seguridad de sus pasajeros. La comisión técnica, pagada por transportistas, con un informe justifica la elevación de pasajes sin analizar la situación física de los vehículos ni las condiciones inhumanas en la que los pasajeros son trasladados. Las autoridades deben aplicar las normas y los choferes asegurar su integridad y la de los pasajeros, no con el SOAT sino con la previsión y chequeo de sus unidades de trabajo, no permitamos nuevos accidentes que pueden ser fatales. Los transportistas no pidan aumento de pasaje si no contemplan la reposición de sus vehículos pasados de moda en el lapso de un año. Endurecer el control mejorará el servicio. Parece que no existe otra salida que establecer controles más rígidos de las autoridades de Tránsito, que además deben garantizar que su trabajo sea honesto y libre de las famosas "coimas". Los usuarios no pueden aceptar por más tiempo que por culpa de la irresponsabilidad de los choferes y de las mismas autoridades de Tránsito, vean expuestas sus vidas todos los días. Nadie hace nada por el usuario, pero además de la indiferencia de las autoridades el pasajero tampoco tiene un organismo que lo defienda, ni siquiera las juntas vecinales y las organizaciones de barrios. Nota : Opinion