Al salir de la sala de audiencias del Tribunal de Sentencia Cuatro el médico Wilfredo Bilbao fue abordado por una mujer de pollera que le amenazó: “Lo mismo que les ha pasado a los policías te va a pasar a ti, es mejor que no regreses a Epizana a trabajar”.
La frase fue oída por policías de civil y otros testigos que se dirigían a las escaleras. Los efectivos aprehendieron a la mujer que luego fue identificada como Bertha López, la esposa de Ángel Vallejos, uno de los acusados del triple linchamiento de policías.
Veinte minutos antes del incidente, el médico Wilfredo Bilbao había advertido: “pido protección a los jueces y sostengo que si me pasa algo a mí o a mi familia después busquen a los responsables entre estas personas porque algunos me han buscado para pedirme que sea su testigo de descargo y para que diga que ellos no estaban en Epizana, pero yo soy médico antiguo y hombre de una sola línea, no he venido a juzgar a nadie, sólo quiero hacer lo correcto y decir lo que vi”.
El testigo hizo un largo y pormenorizado relato del padecimiento de los tres policías. El médico vio con vida a los policías Eloy Yupanqui, Wálter Ávila y Willy Álvarez dentro de su propio consultorio, ubicado en el segundo piso de la Sede Comunal de Epizana donde fueron amarrados de manos y encerrados por los vecinos.
CASI ESCAPAN
El galeno relató que los policías, dentro del consultorio, le rogaron que los auxiliara y él accedió. Logró cortar las sogas que amarraban sus manos. Los ayudó a subir por un tragaluz en el entretecho para que huyeran hacia el río. Los comunarios entraron a buscarlos para lincharlos y él les dijo que habían escapado. Uno de ellos amenazó de muerte al médico si no daban con los uniformados. Los comunarios ya se iban cuando los policías hicieron ruido al caminar sobre las calaminas y fueron sorprendidos por un grupo que los obligó a bajar para enfrentar su sentencia de muerte.
Bilbao reveló que luego del triple crimen, cuando observaban los cadáveres de los tres policías, el acusado Zenón Soria Orellana dijo que había que quemarlos también pues “eso es justicia comunitaria”.
Identificó con nombre y apellido a los instigadores del triple linchamiento y a varios de los agresores físicos. Responsabilizó de los crímenes al presidente de la OTB Israel Rodríguez, pues desde su perspectiva los pobladores hacen todo que él manda y bien pudo entregar a los policías rehenes al teniente coronel que fue a rescatarlos, pero no quiso hacerlo.
EL PLAN El galeno dijo que en reuniones posteriores, los partícipes del crimen acordaron presentarse a declarar para decir que los linchadores eran de otras comunidades y que ningún habitante de Epizana pudo evitar la tragedia.
Entre los dramáticos testimonios que fueron escuchados ayer en la tercera jornada del juicio oral instalado contra trece acusados de torturar y asesinar a tres policías el 26 de febrero de 2008 en Epizana, está el de Edson Jiménez, un ex camarógrafo de la Red Bolivisión cuyo trabajo posibilitó la identificación de varios acusados. Sostuvo que grabó imágenes de la tragedia durante unos 4 minutos hasta que los linchadores le arrebataron su cámara y lo agredieron brutalmente. Fue internado una semana y tuvo una baja médica de 4 meses. “Rogué por mi vida, les decía soy de la prensa, que me han llamado... y por una bendición de Dios estoy vivo”, declaró.
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