A pesar de no ejercer ningún cargo público, Roberto Fernández logró en un par de días lo que no pudo hacer todo el séquito de interlocutores de diferentes ministerios, al autonombrarse como mediador del Gobierno en la marcha indígena que lleva adelante la CIDOB, logrando restablecer el diálogo y evitar que la medida pase a mayores y perjudique la imagen del Gobierno. El aliado incondicional del Presidente en Santa Cruz, según algunas voces críticas, estaría haciendo buena letra para ocupar el cargo de Carlos Romero y constituirse en el nuevo MInistro de Autonomías.
Trinidad, 29 de junio (cash24horas.com).- El ex-candidato a alcalde de Santa Cruz por el Movimiento Al Socialismo y jefe nacional de la agrupación ciudadana Alianza Solidaria Popular (MAS-Asip), Roberto Fernández, en conversación con cash24horas.com, descartó toda posibilidad de estar detrás de ocupar alguna cartera pública en el Gobierno, al ser consultado sobre su repentina reaparición en medio del conflicto entre el Gobierno y la Confederación de Pueblos Indígenas Del Oriente Boliviano (CIDOB).
Fernández manifestó que “mi participación como mediador en este tema es algo fortuito, resultó de la conversación con algunos dirigentes indígenas y el propósito es favorecer la gobernabilidad en el país, dejando de lado las rencillas que obstaculicen las reformas al Estado boliviano”, explicó el también ex-alcalde cruceño.
Sin embargo, y dentro del partido gobernante corren voces de que Fernández sería el virtual sucesor del Ministro de Autonomías, Carlos Romero, toda vez que la autoridad a pesar de contar con una gran trayectoria como Director de CEJIS, organización que asesoró y asesora principalmente a los indígenas orientales, ya en el cargo gubernamental se ha constituído en un enemigo a temer y para guardar distancia.
“Quiero descartar totalmente la intención de ser ministro de Autonomías, pues mi deseo es que el ministro Carlos Romero continúe con el trabajo que desarrolla pues ha sido y es una pieza clave del proceso de cambio”, reiteró Fernández, sobre el tema.
Sin embargo, fue la iniciativa de Fernández la que al fin de cuentas, logró restablecer el contacto entre el Gobierno nacional y la dirigencia de la CIDOB, algo que resultó difícil para el gabinete gubernamental y sus técnicos, tras la ruptura de conversaciones entre la Cidob y el Ministerio de Autonomías, el pasado 12 de junio, que conllevaron a una serie de acusaciones mutuas que determinaron la movilización de 700 personas desde Trinidad hacia la sede de gobierno, en protesta por el proyecto de Ley Marco de Autonomías. Después de dos semanas de distanciamiento.
Por su parte, el ministro de Autonomías, Carlos Romero, a pesar del trabajo que realizó Fernández, aseguró que no hay ninguna posibilidad de que éste ocupe algún cargo público, menos aún en el Ministerio de Autonomías. "Son especulaciones y nada más", enfatizó, explicando que "Fernández sólo está colaborando para reestablecer conversaciones con la CIDOB porque fue propuesto por líderes indígenas".
"Él está muy comprometido con el proceso de cambio, es una persona muy sensible a los sectores sociales", aseguró Romero al ser consultado sobre el motivo por el que se delegó a Fernández como mediador aun cuando no ejerce ninguna función pública.
Entre tanto, el director del Centro de Estudios Jurídicos e Investigación Social (CEJIS), Leonardo Tamburini, comentó acerca de la necesidad de "nuevos y otros actores para resolver el conflicto con la CIDOB". "Los pueblos indígenas necesitan otros interlocutores para discutir sus demandas, eso queda claro", consideró quien manifestó que será muy difícil volver a trabajar en coordinación con funcionarios de Gobierno que intentan dividir y debilitar al movimiento indígena.
Fernández informó desde Trinidad que ayer entregó la segunda carta del ministro Carlos Romero a los dirigentes de la Cidob, en respuesta a la invitación al diálogo que los dirigentes indígenas cursaron al Gobierno a través de él. "La concertación del lugar dónde se debe desarrollar el diálogo entre dirigentes indígenas y los ministros convocados es sólo cuestión de forma", minimizó.
“Hemos conversado con Adolfo Chávez y con los asambleístas nacionales que entraron en huelga y ellos nos han manifestado su predisposición de conversar”, aseguró el mediador del Gobierno, quién destaca haber avanzado esclareciendo que los pueblos indígenas no tienen la intención de que las tierras fiscales pasen a sus manos y respecto a que no demandarán nada que esté fuera de lo constitucional.
A su vez, Fernández aseguró que los cinco ministros invitados por la CIDOB para dialogar en busca de solución al conflicto son el ministro de Autonomías, Carlos Romero; el ministro de la Presidencia, Oscar Coca; la ministra de Planificación del Desarrollo, Viviana Caro; el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Luis Arce; y la ministra de Desarrollo Rural, Nemesia Achacollo, además de representantes del Senado y Diputados. “Ellos tienen toda la voluntad de conversar con la CIDOB, pero desde luego lo ideal sería establecer un lugar dónde existan las condiciones para hacerlo; yo mismo ahora tuve transportarme desde el punto dónde esta la marcha hasta Trinidad para recibir un fax”, contó a este medio digital.
Fernández manifestó que “mi participación como mediador en este tema es algo fortuito, resultó de la conversación con algunos dirigentes indígenas y el propósito es favorecer la gobernabilidad en el país, dejando de lado las rencillas que obstaculicen las reformas al Estado boliviano”, explicó el también ex-alcalde cruceño.
Sin embargo, y dentro del partido gobernante corren voces de que Fernández sería el virtual sucesor del Ministro de Autonomías, Carlos Romero, toda vez que la autoridad a pesar de contar con una gran trayectoria como Director de CEJIS, organización que asesoró y asesora principalmente a los indígenas orientales, ya en el cargo gubernamental se ha constituído en un enemigo a temer y para guardar distancia.
“Quiero descartar totalmente la intención de ser ministro de Autonomías, pues mi deseo es que el ministro Carlos Romero continúe con el trabajo que desarrolla pues ha sido y es una pieza clave del proceso de cambio”, reiteró Fernández, sobre el tema.
Sin embargo, fue la iniciativa de Fernández la que al fin de cuentas, logró restablecer el contacto entre el Gobierno nacional y la dirigencia de la CIDOB, algo que resultó difícil para el gabinete gubernamental y sus técnicos, tras la ruptura de conversaciones entre la Cidob y el Ministerio de Autonomías, el pasado 12 de junio, que conllevaron a una serie de acusaciones mutuas que determinaron la movilización de 700 personas desde Trinidad hacia la sede de gobierno, en protesta por el proyecto de Ley Marco de Autonomías. Después de dos semanas de distanciamiento.
Por su parte, el ministro de Autonomías, Carlos Romero, a pesar del trabajo que realizó Fernández, aseguró que no hay ninguna posibilidad de que éste ocupe algún cargo público, menos aún en el Ministerio de Autonomías. "Son especulaciones y nada más", enfatizó, explicando que "Fernández sólo está colaborando para reestablecer conversaciones con la CIDOB porque fue propuesto por líderes indígenas".
"Él está muy comprometido con el proceso de cambio, es una persona muy sensible a los sectores sociales", aseguró Romero al ser consultado sobre el motivo por el que se delegó a Fernández como mediador aun cuando no ejerce ninguna función pública.
Entre tanto, el director del Centro de Estudios Jurídicos e Investigación Social (CEJIS), Leonardo Tamburini, comentó acerca de la necesidad de "nuevos y otros actores para resolver el conflicto con la CIDOB". "Los pueblos indígenas necesitan otros interlocutores para discutir sus demandas, eso queda claro", consideró quien manifestó que será muy difícil volver a trabajar en coordinación con funcionarios de Gobierno que intentan dividir y debilitar al movimiento indígena.
Fernández informó desde Trinidad que ayer entregó la segunda carta del ministro Carlos Romero a los dirigentes de la Cidob, en respuesta a la invitación al diálogo que los dirigentes indígenas cursaron al Gobierno a través de él. "La concertación del lugar dónde se debe desarrollar el diálogo entre dirigentes indígenas y los ministros convocados es sólo cuestión de forma", minimizó.
“Hemos conversado con Adolfo Chávez y con los asambleístas nacionales que entraron en huelga y ellos nos han manifestado su predisposición de conversar”, aseguró el mediador del Gobierno, quién destaca haber avanzado esclareciendo que los pueblos indígenas no tienen la intención de que las tierras fiscales pasen a sus manos y respecto a que no demandarán nada que esté fuera de lo constitucional.
A su vez, Fernández aseguró que los cinco ministros invitados por la CIDOB para dialogar en busca de solución al conflicto son el ministro de Autonomías, Carlos Romero; el ministro de la Presidencia, Oscar Coca; la ministra de Planificación del Desarrollo, Viviana Caro; el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Luis Arce; y la ministra de Desarrollo Rural, Nemesia Achacollo, además de representantes del Senado y Diputados. “Ellos tienen toda la voluntad de conversar con la CIDOB, pero desde luego lo ideal sería establecer un lugar dónde existan las condiciones para hacerlo; yo mismo ahora tuve transportarme desde el punto dónde esta la marcha hasta Trinidad para recibir un fax”, contó a este medio digital.
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