Algunos colegios sacrificaron áreas deportivas o habilitaron nuevos ingresos y salidas para los estudiantes por calles y avenidas principales de la ciudad, en un intento por disminuir los embotellamientos que se producen en las denominadas horas pico.
Ése es el caso del tradicional colegio La Salle, que convirtió en estacionamiento un terreno donde funcionaba una cancha de fútbol, además habilitó dos ingresos por la avenida Cristóbal de Mendoza, dos por el canal Isuto y uno por la calle Ovidio Barbery para que los padres de familia recojan a sus hijos.
“Para la comodidad de los padres y para evitar el congestionamiento del sector se crearon cinco accesos alrededor del colegio”, aseguró Martín Santelices, administrativo del centro.
De igual manera, el Marista también lucha contra el embotellamiento y habilitó puertas por la calle Saavedra y en la Moldes, informó el director, Óscar Salvatierra.
Otros que apuestan por la fluidez del tráfico son los directivos del colegio Espíritu Santo, ubicado en la calle Monseñor Santistevan. La directora del turno de la mañana, Betty Riskowski, dijo que, como solución, señalizan con conos la calzada izquierda para evitar el parqueo de vehículos y dos guardias ordenan la circulación.
A pocas cuadrade este centro educativo, funciona el colegio Don Bosco. El centro tiene cuatro ingresos en la calle Gualberto Villarroel, que en los horarios de entrada y salida de los escolares hacen insoportable el tráfico. “Teníamos un ingreso en la avenida Argentina, pero los palomillos que acudían al Parque Urbano asaltaban a los alumnos”, comentó la directora de primaria, Francy Simons. La docente dijo que se necesita concienciar a los padres de familia para que no estacionen en cualquier lado y convocó a la Policía para que ordene el tráfico.
El problema también se genera en el Uboldi, de la avenida Las Américas; en el Soria School, de la Irala, y en el Isabel Saavedra, donde los padres estacionan sobre el segundo anillo. Al respecto, el director de Tránsito, Ángel Maraz, afirmó que reforzará la presencia policial en zonas escolares, por orden del comandante de la Policía.
Nota : El Deber
“Para la comodidad de los padres y para evitar el congestionamiento del sector se crearon cinco accesos alrededor del colegio”, aseguró Martín Santelices, administrativo del centro.
De igual manera, el Marista también lucha contra el embotellamiento y habilitó puertas por la calle Saavedra y en la Moldes, informó el director, Óscar Salvatierra.
Otros que apuestan por la fluidez del tráfico son los directivos del colegio Espíritu Santo, ubicado en la calle Monseñor Santistevan. La directora del turno de la mañana, Betty Riskowski, dijo que, como solución, señalizan con conos la calzada izquierda para evitar el parqueo de vehículos y dos guardias ordenan la circulación.
A pocas cuadrade este centro educativo, funciona el colegio Don Bosco. El centro tiene cuatro ingresos en la calle Gualberto Villarroel, que en los horarios de entrada y salida de los escolares hacen insoportable el tráfico. “Teníamos un ingreso en la avenida Argentina, pero los palomillos que acudían al Parque Urbano asaltaban a los alumnos”, comentó la directora de primaria, Francy Simons. La docente dijo que se necesita concienciar a los padres de familia para que no estacionen en cualquier lado y convocó a la Policía para que ordene el tráfico.
El problema también se genera en el Uboldi, de la avenida Las Américas; en el Soria School, de la Irala, y en el Isabel Saavedra, donde los padres estacionan sobre el segundo anillo. Al respecto, el director de Tránsito, Ángel Maraz, afirmó que reforzará la presencia policial en zonas escolares, por orden del comandante de la Policía.
Nota : El Deber
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