¿Hacia dónde se dirige la economía mundial en el 2010?

Al igual que todos los países, Costa Rica está inmersa en una serie de situaciones coyunturales, impulsadas por el ámbito global, pero que pueden determinar su expectativa de crecimiento en el futuro. En su último reporte el Banco Mundial indica que el crecimiento para el 2009 será negativo en el mundo en un 2,9%, lo que quiere decir que las economías globales estarán en un clima de recesión pese a sus esfuerzos de reactivar el aparato productivo y el tren crediticio con la inyección de recursos y el recorte de las tasas de interés. 

Adicionalmente, la caída de grandes empresas del sector financiero y automotriz, han abierto la puerta para que los inversionistas represen sus capitales y las industrias recorten sus planes de expansión e inversión. tanto en mercados locales como extranjeros. Por otra parte, los precios de las materias primas permanecen como una amenaza latente, ya que si bien sus precios lograron sincerarse y despojarse en buena medida del exceso de especulación que mantenían en el pasado, todavía la expectativa de que puedan volver a incrementarse ante una mejoría de la economía global, preocupa a las empresas e inversionistas por el impacto que pueda tener nuevamente sobre sus utilidades. 

Todos estos elementos han generado una fuerte caída de los ingresos que recibía la nación y de alguna manera han creado mucha expectativa de hasta dónde puede llegar el impacto a afectar el crecimiento económico costarricense para el próximo año. Como se observa en las gráficas anteriores, la economía costarricense disminuyó su crecimiento desde el 2007, debido a una disminución de las importaciones y al aumento de las importaciones. Lo que se espera para el final de este año y el próximo es volver a los niveles de importaciones del 2007 y a una muy lenta recuperación de las exportaciones. 

La crisis financiera y su impacto 

La crisis norteamericana es, quizás, la que causa mayor preocupación entre los inversionistas y operadores de mercado, debido a los fuertes nexos comerciales, económicos y políticos que mantiene este país con el resto del mundo. Esta economía ha tratado de mantenerse a flote pese al fuerte déficit fiscal que atraviesa. Se espera que para el cierre del año fiscal se ubique en 1,85 billones de dólares (trillones en EE.UU), lo que equivale a un 13% del PIB y a la caída del consumo y la producción, cuyas cifras, sumadas al histórico nivel de desempleo, no presenta un escenario muy favorable para la pronta recuperación de la economía norteamericana en el corto plazo. 

Sus aliados más cercanos, como lo son Japón y Europa, presentan una situación similar, aunque quizás con algunas mejores expectativas en el caso europeo debido a que estas economías han logrado estabilizarse mucho mejor pese a la fuerte recesión vivida en los primeros meses del año. Esto se evidencia en la tabla contigua que refleja el crecimiento experimentado por las principales economías del mundo y sus estimados según la última publicación del Banco Mundial, donde es visible que las expectativas de crecimiento en el primer trimestre del año son mejores que lo estimado para el cierre de éste. 

Si bien esta condición depende mucho de las condiciones futuras de la demanda de bienes y servicios en estos países por la vía de la reactivación económica, la fortaleza de estas economías, en especial de la europea, se acrecentó luego de la decisión de los bancos centrales de Brasil, China e India, -el llamado grupo de los BRIC-, de cambiar cerca de 70 millardos de sus reservas en dólares para invertirlos en bonos del Fondo Monetario Internacional. 

China, el mayor tenedor de reservas en dólares (cerca de 763,5 millardos), indicó que debería crearse una moneda alterna que prevenga las deficiencias en las reservas de monedas al estar desvinculada de la economía de sus emisores. Por su parte el gobierno japonés, el segundo poseedor de reservas en dólares, mantuvo su posición en torno a la moneda norteamericana, asegurando que su confianza en la economía de este país es inquebrantable. 

La decisión en torno a la moneda que respalda las reservas de un país es determinada, entre otra cosas, por la liquidez y el tamaño de mercado de ésta, por lo que algunos economistas indican que al ser la economía estadounidense tan líquida y profunda, se constituye como una de las principales opciones para los bancos centrales del mundo; de ahí la posibilidad de que mantenga su posición en el largo plazo. 

Ante esta situación tan compleja, es claro inferir que la recuperación de la economía norteamericana será muy lenta, quizás mucho más de lo esperado y esto va a afectar la recuperación de aquellas economías que dependen del incremento del consumo en esa nación. Por este motivo, pareciera obvio que la puesta en marcha plena de un tratado de libre comercio puede que no sea tan inmediata, ya que tradicionalmente esta economía protege la industria nacional; sin embargo, puede haber una oportunidad de competir con productos de calidad a precios menores. 

Sin embargo, el interés de China y Europa en América Latina, debido al potencial de crecimiento de la región, puede ser una señal clave para desarrollar de manera expedita la puesta en marcha de los tratados de libre comercio con estas economías. 

Las materias primas 

La caída experimentada por las principales materias primas, en especial del crudo, generó una fuerte preocupación en el mercado en torno a la recuperación de las economías exportadoras que vieron sus ingresos recortados en algunos casos hasta casi el 50% de lo que habían producido en el pasado. 

Adicionalmente, la caída en la demanda de China, India y de Estados Unidos contribuyó a crear mayor incertidumbre en torno a la recuperación de estos países. 

Por supuesto, para economías importadoras como es el caso costarricense, la caída en los precios del crudo significó una ventaja tremenda y su expectativa de crecimiento está muy relacionada con el comportamiento de esta variable en el futuro. 

Si se analizan históricamente los precios del crudo ajustándolos a la inflación más reciente en el 2009, observamos que el alza de precios de los años 1972 a 1982 es muy similar a la que comenzó en el 2002; en especial, por la forma en que se generaron y las condiciones, si bien no exactas, bastante similares en que se produjeron. 

Lo anterior, lo podemos observar en la gráfica anterior, que muestra la evolución de los precios desde 1946 hasta el presente. En esta gráfica se puede observar que los precios del crudo históricamente se han mantenido en los niveles de 16 a 36 dólares por barril (en términos reales), pero en los períodos de alza el precio en promedio se ubica entre 58 y 81 dólares, lo que nos permite inferir que al menos por unos dos o tres años más, los precios deberían ubicarse en esos niveles. 

Estos niveles de precio pueden significar una mejora importante en las cuentas nacionales de los principales exportadores; de hecho, no en vano la perspectiva de crecimiento en países como Brasil y Chile hoy en día es mucho más positiva de lo que era a finales del 2008. 

Para la economía costarricense, estos precios pueden significar un aumento del precio del combustible, lo que incrementaría los costos de transporte de materias primas y mercancías, lo que en definitiva incrementa la inflación esperada. No obstante, el aprovechamiento de iniciativas regionales como la Petrocaribe, puede contribuir a mantener los precios mucho más estabilizados y generar un impacto inflacionario mucho menor. 

Como se observa en el gráfico, la Factura Petrolera del país ha estado muy en concordancia con el crecimiento de los precios internacionales, lo que confirma lo anteriormente planteado en torno a un posible impacto en la economía si los precios del petróleo permanecen elevados. 

Con respecto a Centroamérica, las exportaciones no han tenido el mismo impacto en términos de materias primas. 

El comercio internacional 

La situación del comercio internacional ha estado definitivamente comprometida con la capacidad reducida de compra de los grandes países como EEUU, Europa y Japón. Más aún, grandes promesas como China han tenido que reducir sus expectativas de crecimiento de consumo debido a la crisis mundial. La caída en ventas, en el caso de Estados Unidos, se ubicó en más del 40% para el cierre de 2008 y el comercio mundial decreció cerca de 65% entre el primer trimestre de 2008 y 2009. 

Sin embargo, el comercio hacia América latina sigue siendo importante; en especial por parte de Asia, tal y como se muestra en la gráfica que muestra el crecimiento de las exportaciones hacia América Latina y el Caribe, en los últimos años. En la gráfica se denota claramente el incremento que Asia ha experimentado hacia la región. 

Como se ha indicado, Estados Unidos, tiene la necesidad de controlar su propia economía antes que comenzar a tomar a tomar decisiones en torno a los tratados del libre comercio que todavía no ha puesto en plena operación. Empero, hay espacio para casos como el chileno, donde los productos de ese país penetraron con una fuerte política de precios bajos que le permitió competir con productos ya establecidos en el mercado y de mayor preferencia como lo eran, por ejemplo, los vinos californianos cuyos bajos precios y calidad le permitieron a viñedos como Concha y Toro y Undurraga posicionarse como una de las mejores marcas del mercado. Su estrategia funcionó de tal forma que hoy por hoy Don Melchor, la marca premium de ese viñedo se ubica entre las tres primeras de las principales publicaciones especializadas. 

En este orden de ideas, es muy posible que para la economía costarricense, la implementación de un tratado con China, aporte beneficios más inmediatos que con Europa y Estados Unidos; por supuesto, en el entendido que las negociaciones sean favorables a la industria local, permitiéndoles colocarlos en las mejores condiciones y que la reciprocidad en los productos sea de calidad; quizás lo más conveniente para el país en este tipo de tratados sea el intercambio de inversión y desarrollo tecnológico, bien sea en el área de telecomunicaciones, construcción u otras. Lo anterior tiene mucha relación con lo sucedido con la Cámara de Industrias y el Ministerio de Comercio Exterior en días pasados en torno a la negociación del tratado de libre comercio con China. 

Otra gran oportunidad que se presenta en este mercado es la posible entrada al país de empresas productoras de bienes no tradicionales en el país, que conformen operaciones productivas tal y como lo están haciendo las empresas de servicio con miras a atacar el mercado norteamericano. Esto generaría mayor empleo e ingreso a la nación. 

La situación política 

El crecimiento económico puede estar comprometido si el compromiso político no se ajusta a la realidad; el país necesita herramientas legales y financieras que le permitan generar una apertura de mercado mucho mayor, no para quitar espacios al interior, sino para ganar espacios en el ámbito internacional que le permitirían una mayor presencia y competitividad. 

Para ello se necesitan las leyes y acuerdos que le faciliten al país tener una mejor estrategia en el control de los recursos que ingresan para evitar el lavado de dinero, proteger a los inversionistas, simplificar los trámites y garantizar la estabilidad de la moneda. Pese a las grandes dificultades que se presentan en el presente, la economía del país tiene potencial para la recuperación en el corto plazo.

Los servicios, la gran oportunidad 

Quizás estos sean los más perjudicados en esta crisis ya que muchas empresas decidieron recortar buena parte de los servicios que tradicionalmente utilizaban con el fin de ahorrar costos,; en este sentido, muchas de las empresas del sector tecnológico y publicitario han visto reducidas sus planillas y operaciones ante el fuerte recorte que en estos rubros han realizado las empresas. 

Sin embargo, esto ha dado también pié a un cambio en algunas empresas prestatarias de servicios que han visto oportunidades de reducir costos colocando sus operaciones fuera de sus países originales y ubicándolos en países cuyos costos operativos sean mucho menores. En el caso costarricense, según cifras del CINDE, las empresas en el sector de servicios médicos, call centers y tecnológicos, se han incrementado en 31%, lo que refleja esta clara tendencia de disminuir costos operativos para continuar prestando los servicios en los países de origen.

Ello se puede apreciar en el cuadro anterior, donde se denota el crecimiento del sector servicios y la marcada oportunidad que existe en manufactura, sobre todo especializada, la cual puede perfectamente tener una oportunidad por la entrada de empresas que quieran continuar sirviendo a sus países de origen con costos de producción mucho más bajos.

Nota:Actualidad  Economica

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