Los derechos de los pueblos indígenas son respetables y constitucionales; no son negociables. Las NNUU trabajó esos derechos en 47 artículos desde 1982 (25 años de lucha a nivel mundial); aprobados por 143 países el 13 septiembre 2007. El Convenio 169 de la OIT en 1989 definió en Ginebra 44 artículos. En Bolivia, varias leyes apoyan dicho Convenio y en la nueva CPE, existe todo un Capítulo y numerosos artículos que nadie puede ignorarlos, mucho menos un Estado Indígena Originario.
Todos los ciudadanos del país tienen que aceptar que nuestra patria es mayoritaria en seres indo-americanos de 36 nacionalidades con identidades culturales absolutamente respetables en su dignidad individual y colectiva. Son ellos quienes nos regalan renovados paradigmas del buen vivir cuya significación trasciende a la solución de la problemática mundial, enfrentada a una civilización tecnológica carente de principios éticos y de futuro histórico. Frente a las grandes crisis contemporáneas: financiera la del saqueo bancario mundial; la crisis del ecocidio imperialista, la crisis de las creencias religiosas con dogmas insostenibles, la crisis de explotación de los RRNN, la crisis agrícola de transgénicos y biocombustibles, el latifundio intocable y la oligarquía egoísta, los proyectos camineros irrespetuosos de los parques naturales, la crisis del desarrollo económico neoliberal, el narcotráfico, la violencia de los países fundamentalistas como Israel, EEUU, la UE, que se aprestan a iniciar la III y Última Guerra Mundial pues detentan arsenal atómico capaz de estallar el planeta 25 veces. Frente a toda esta tenebrosa realidad, se yerguen orgullosos e impolutos los pueblos indígenas con sus importantes principios y valores humanos cuestionando a la moderna civilización occidental postmoderna, también a la oriental, la del mercado y el consumismo, la pérdida del respeto a la cultura de la vida del ser humano, de las especies que nos acompañan, y del entorno naturaleza. Por ello, me honra la Marcha Indígena de la CIDOB a la cual me adhiero plenamente en todas sus demandas y postulados. En triunfo, gracias a Dios por los consensos alcanzados. Alejandro Almaráz asegura que en la nueva Ley Electoral existe violación del Art. 146 Parágrafo VII, en la cual no se respeta las circunscripciones especiales en los departamentos en que existe una minoría poblacional. Tampoco en la Ley del Régimen Electoral se ha establecido tal circunscripción, manteniendo las existentes en número de 7 escaños, insuficiente para la representación de más de 30 pueblos de minoría étnica. La oposición no nos permitió aprobar un número mayor; ahora, contando con 2/3, debe aumentarse tal representación a 18. Las otras demandas como la consulta previa, el financiamiento estatal, la designación de autoridades indígenas en el Ejecutivo, el respeto a su cultura y dignidad, son importantes. Deploro al sacrificio de mujeres, niños y ancianos en la marcha heroica. Los responsa-bles del Gobierno deben ver los filmes "Avatar" y "Tentayape".
Nota : Opinion |
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