Bolivia, agosto y la Pachamama

La Paz, 2 ago (PL) Fieles a sus tradiciones, los bolivianos comenzaron desde esta semana las ofrendas a la Pachamama (Madre Tierra), un agasajo que guarda relación con los destinos del país y sobrepasa los 31 días del octavo mes del año.




El primero en saludar a los "achachilas" (espíritus protectores de los indígenas aymaras) fue el vicepresidente, Álvaro García, quien pidió salud, coraje, energía y prosperidad al segundo mandato - hasta el 2015- del jefe de Estado, Evo Morales.



El ritual, celebrado en el cerro Pajchiri, de la población de Achacachi (La Paz), centró la atención de los grandes medios, muchos de los cuales omitieron el desafío asumido por el estadista de ser paladín de los derechos de la Madre Tierra a nivel internacional.



Recientemente, la Asamblea General de Naciones Unidas aprobó una Resolución que decreta al agua potable y el saneamiento básico, como derechos humanos universales, una propuesta de Bolivia.



La nación suramericana, en abril de este año, fue escenario también de la Primera Conferencia Mundial de los Pueblos sobre Cambio Climático (Cochabamba), cuyos acuerdos, muchos de ellos contrarios a la fracasada Cumbre de Copenhague, serán expuestos en la reunión de Cancún (México) a finales de este año.



La creación de un Tribunal Internacional de Justicia que juzgue a Estados y empresas que dañen la vida en el planeta y la realización de un referendo mundial en 2011 sobre cambio climático, son de esas conclusiones de los sectores sociales, incómodas para países industrializados.



Desde entonces, también el 22 de abril se celebra el Día Mundial de la Madre Tierra, aunque está vigente otra demanda de esa cita social, propuesta por Bolivia: que la ONU apruebe una Declaración sobre los derechos de la Pachamama.



En la celebración en este país, García recordó que cada 1 de agosto y durante todo el mes se entregue a la Madre Tierra coca, incienso, copal, alcohol y dulces, porque es el tiempo del "lakan paxi" (mes de la boca), mes en el que la Pachamama abre su boca para recibir las ofrendas que le entregan los seres humanos y garantizar buena cosecha y lluvia.



Avizoró también el necesario clima de paz para una mejor gestión del Ejecutivo, en alusión a importantes retos como la aprobación de leyes orgánicas que permiten la implementación de la primera Constitución Policía del Estado, aprobada por el pueblo en las urnas.



Un nuevo æquot;rgano Electoral o una justicia gratuita y de verdad plurinacional, también el nacimiento de Autonomías territoriales, son apenas tres de las conquistas respaldadas por esas normas que fueron aprobadas por el poder legislativo, en el que son mayoría sectores históricamente marginados.



El vicepresidente también hizo votos por la unidad "no importa si somos indígenas o mestizos de la ciudad o del campo, de oriente u occidente porque todos somos bolivianos y amamos a nuestra patria y queremos que sea grande, poderosa y respetada en el mundo", remarcó.



Además, a nombre de todo el gobierno, García también solicitó permiso para que la whipala (bandera aymara) no sea despreciada y llegue a todo el país, como un símbolo de igualdad y justicia social.



En Bolivia, estos ritos precolombinos se denominan "coachadas" o peticiones a la Pachamama y se celebran a lo largo del mes de agosto para bendecir los vehículos, las casas o los negocios y pedir prosperidad, salud, dinero y bienes para toda la familia.



Las ofrendas incluyen alimentos, alcohol, flores y hasta el sacrificio de animales como gallinas o llamas.



El ritual coincide con el comienzo de la etapa más fértil para los cultivos de la zona del altiplano, luego de la cosecha en febrero, cuando la tierra descansa y es ahora, a principios de agosto, cuando despierta con hambre y hay que saciar sus deseos.

Nota : Prensa Latina