La planta contempla cuatro fases y su construcción total culminará el año 2035, cuando opere con 13 filtros precoladores. Por ahora se cuenta con tres filtros y se prevé que en 2012 haya cinco. Puchucollo recibe las aguas de letrinas, duchas, lavado de ropa y de otras actividades que realizan los habitantes alteños.
“Como sucede en otras naciones, Bolivia debe reciclar el agua a fin de que este producto no falte nunca más y ante la emergencia del descongelamiento de los glaciares de la cordillera de los Andes”, puntualizó García. La obra –que es producto de un trabajo conjunto entre el Ministerio de Agua y Medio Ambiente, el Fondo Productivo Social, la Alcaldía de El Alto, la Gobernación y el Gobierno– en su segunda fase pretende evitar los olores que provienen de las aguas servidas.
Las juntas vecinales, por su parte, aplaudieron este esfuerzo y solicitaron a las autoridades que se provea más agua para satisfacer las necesidades de los pobladores de la urbe alteña.
García Linera reconoció que “falta aún mucho por hacer y el Gobierno seguirá trabajando al servicio del pueblo”, aunque dijo que hay obras que no se ven porque se realizan bajo tierra, como las canalizaciones.
La ministra de Medio Ambiente y Agua, María Esther Udaeta, se comprometió a encarar nuevos proyectos de esta naturaleza.
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