El nevado Tuni Condoriri cobra la vida de excursionista australiano

Recuperan: Peter Cornelius Wiesenekker y la guía alemana Isabel Suppé cayeron cuando les faltaban cien metros para llegar a la cumbre de la montaña. La mujer salvó la vida.

Con los músculos de brazos y piernas doloridos y la desesperación por abandonar el temible nevado del Tuni Condoriri, donde imperan temperaturas próximas a los -20 grados centígrados, un grupo de socorristas acompañó el viaje final de retorno del australiano Peter Cornelius Wiesenekker, quien yacía sin vida en una camilla de rescate.

Cuando la noche del último sábado se apoderaba de la cumbre y sus alrededores, un equipo de bomberos de la Brigada Especial de Rescate y Salvamento (Bersa) al mando del teniente Jorge Ramírez y el líder de Socorro Andino Boliviano (SAB), Hugo Ayaviri, cargaron con el cuerpo del excursionista fallecido mientras intentaba alcanzar la cima nevada de la montaña con la forma de un cóndor con las alas extendidas.

En el plan del australiano estaba la visita a varios países de Sudamérica, así se lee en un fólder hallado en su mochila donde guardaba algunos detalles de actividades proyectadas y siempre vinculadas al deporte arriesgado de escalar montañas.

Eligió algunas montañas cercanas a la ciudad de La Paz y aparentemente cuando llegó a Bolivia, el 26 de julio, dirigió su mirada al Tuni Condoriri para iniciar la última travesía, acompañado por la guía de nacionalidad alemana y radicada en Argentina, Isabel Suppé, de quien algunas páginas en internet destacan su experiencia en esta montaña de 5.700 metros de altura sobre el nivel del mar (m.s.n.m.) y de otras de Sudamérica, incluido el Aconcagua.

Hasta la madrugada de este domingo, los datos del inicio de la caminata, escalada y el accidente eran imprecisos porque la sobreviviente, Suppé, aún no había informado a los investigadores los detalles del fallido intento por alcanzar una peligrosa cumbre.

Una aproximación a lo sucedido la ofreció Ayaviri, el guía de 31 años pero con experiencia en estas alturas, quien junto al grupo de rescatistas llegó al lugar del accidente conocido como el ala izquierda del cóndor, a las 06.30 del sábado 31, tras dos horas de ascenso, y allí encontraron a Suppé, con una herida en el pie derecho que sangraba. Con una estatura aproximada de 1,90 metros y un peso cercano a los cien kilogramos, el cuerpo fue hallado con la rigidez impuesta por la temperatura frígida, y tras el rescate en un sitio casi inaccesible por la espectacular pendiente, el grupo SAB instaló al fallecido en una camilla de arrastre que fue traída a la morgue de La Paz.

Datos para destacar

El jueves es la fecha probable de la aída, de unos 200 metros, cuando faltaban cien metros para llegar a la cúspide.

Isabel Suppé sobrevivió a la caída y, herida, se arrastró desde unos 5.200 m.s.n.m. al campamento base, a 4.500 m.s.n.m.

Nota : La Prensa

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