Los yacimientos se encuentran al Este de Trinidad, en la provincia Iténez. La comisión regresó del lugar, la semana pasada, hasta donde se había trasladado para inspeccionar a una empresa canadiense sobre los trabajos de exploración y prospección que realiza.
“Se ha observado el incremento de minería informal que existe en este cerro San Simón con grandes impactos ambientales que están dejando”, señaló.
Rodas explicó que al menos 15 campamentos ilegales se dedican a la explotación de oro aluvional con maquinaria moderna. En cada uno de ellos trabajan entre 3 y 15 personas.
La autoridad lamentó que además de no aportar a la administración departamental por la materia prima aprovechada, los explotadores ilegales de oro contaminan el río vertiendo el mercurio que utilizan para sacar el metal precioso.
“Ellos trabajan con mercurio y no le hacen ningún tratamiento previo antes de volver a descargar todos esos elementos que han tratado al medio ambiente”, sostuvo.
“Se han tomado muestras de agua y se ha demostrado que toda el agua está contaminada en es zona”, añadió.
La Gobernación tiene la competencia de normar y controlar los trabajos de exploración y prospección, mientras que el Gobierno nacional tiene la atribución sobre los permisos de explotación.
Rodas negó haber encontrado pruebas de que la empresa canadiense esté explotando el mineral en el área de la concesión que se adjudicó.
La empresa canadiense está operando desde el 2004 y su permiso se acaba el 2012. Están ubicados a dos kilómetros de San Simón, piensan trasladarse a una zona cercana llamada Paitití.
“Hemos podido observar de que esta empresa está en proceso de cierre y de reactivación de sus actividades. No obstante están solicitando hacer exploración en otras zonas”, informó.
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