Las personas que apuestan en las casas de juego o en las máquinas tragamonedas pagarán un inédito impuesto del 15 por ciento, según un anteproyecto de ley presentado ayer por el ministro de Economía y Finanzas Públicas, Luis Arce Catacora.
El documento que fue trabajado desde hace tres semanas por técnicos del Ministerio de Economía y la Lotería Nacional, incrementa en el 100 por ciento el canon que las empresas de juegos de azar pagaban al Ministerio de Salud. Esto es del 15 al 30 por ciento.
“Es normal que en nuestro medio existan empresas que hacen promociones, pero no hay una normativa. Hoy se busca llenar ese vacío, por ello se establece la posibilidad de que, además, los gobiernos municipales y las gobernaciones puedan tener sus propias normativas”, afirmó Arce.
El anteproyecto plantea la creación de dos impuestos: El Impuesto al Juego (IJ), un tributo directo que establece una alícuota directa del 30 por ciento sobre el ingreso bruto que logra la empresa de juegos de azar. La tasa impositiva para el caso de empresas que realizan promociones de impacto se reduce al 10 por ciento. Mientras que las instituciones que realicen loterías o juegos de azar con fines de beneficencia social, no tributarán.
“El impuesto gravará básicamente al juego de azar lucrativo”, dijo Arce, quien añadió que los ingresos de este impuesto serán destinados al Tesoro General de la Nación.
El otro es el Impuesto a la Participación en el Juego (IPJ) que se aplicará sobre el jugador o apostador que va a las casas de juego y su alícuota ha sido establecida en el 15 por ciento.
Una fuente que conoce el proyecto ilustró así este impuesto. “El jugador entra a la casa de juego con 100 dólares, pero valdrá solamente 85 dólares porque ya has pagado tu impuesto”, dijo. Las empresas serán las que retendrán ese aporte al fisco.
La consecuencia de esta ley será el desincentivo a la legalidad por parte de las casas de juego, explicó una fuente vinculada con estas empresas. “Este impuesto no existe ni en las Vegas, España ni Argentina”, dijo otra fuente consultada.
El Gobierno prevé que habrá una recaudación anual aproximada de Bs200 millones, “una cifra importante que recibirá el Tesoro General del Estado, así como los Municipios y Gobernaciones, por concepto de coparticipación”, dijo Luis Arce.
En efecto, el IJ será un impuesto distribuido entre los tres niveles del Estado. El nivel central se quedará con el 70 por ciento, la gobernación con el 15 por ciento y la municipalidad con el otro 15 por ciento. El 70% señalado será entregado al Ministerio de Salud para fines benéficos y para fomentar la práctica del deporte.
El IPJ tiene pocos antecedentes en el mundo de los juegos. El Gobierno de Costa Rica quiso aplicar un tributo al jugador con una tasa del 1 por ciento, pero no fue aprobada esa idea. Y hasta hace poco discutía sobre una tasa impositiva a los casinos del 15 por ciento.
El otro cambio sustancial con el anteproyecto es que el Ministerio de Economía pasa a tener el control sobre las casas de juego, mediante la creación de la Autoridad de Fiscalización y Control Social del Juego (AJ), que se encargará de regular, fiscalizar, otorgar licencias y autorizaciones para la realización de actividades de juego de lotería y de azar, además de promociones empresariales.
El Ministerio de Economía informa que el anteproyecto establece que los juegos de lotería sólo pueden ser organizados por las entidades públicas del nivel central del Estado y los gobiernos departamentales y municipales, dentro de su jurisdicción. En cambio los juegos de azar pueden ser operados por empresas privadas.
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