Wilster tuvo el año más negro de su historia

Wilstermann estuvo en la gloria y también en el infierno en la temporada 2010. Obtuvo el título del primer torneo, lo ganó sin objeciones, pues en el Apertura se vio un equipo sólido. Extrañamente, y agobiado por el punto promedio, la debacle del valluno llegó en el segundo campeonato. En vez de consolidar lo hecho en el inicio, se fue abajo con malas decisiones. 

Se fueron algunos de los pilares de la conquista del primer torneo, entre ellos el atacante uruguayo Nicolás Raimondi y su entrenador Eduardo Villegas, quien fue despedido el 28 de septiembre por los malos resultados. 

La desazón se apoderó de los hinchas aviadores tras el silbatazo final del clásico cochabambino 130. 

De nada le sirvió a Wilstermann su triunfo en la última jornada, ante Aurora, porque Real Mamoré se hizo inalcanzable al empatar 1-1 con Universitario en Sucre. El único tanto de Wilstermann fue anotado por Fernando Sanjurjo, a los 29 minutos del primer tiempo. Fue el corolario de un mal año. 

Se denunciaron camarillas, cuestiones extrafutbolísticas, lo evidente es que los rojos pagaron muy caro varios desaciertos, sobre todo dirigenciales. 

Los rojos jugaron 50 partidos este año, fueron campeones en el primer torneo y penúltimos en el último. 

El dato 

En 61 años de vida, Wilstermann nunca había pasado por una crisis como la de esta temporada. 

Hasta el domingo 28 de noviembre había jugado un total de 1.208 partidos, ganó 517, empató 284 y perdió 407. Anotó 1.935 goles y recibió 1.577. 

IRRESPONSABLE 

Un medio radial, cuando Universitario y Real Mamoré empataban 1-1, anunció que la 

U había anotado un tanto y ganaba en Sucre por 2-1. Cuando los hinchas rojos escucharon esa noticia, 

comenzaron a festejar. Una vez que se rectificó la noticia, comenzó el llanto del pueblo aviador. 

La frase 

"Logramos una victoria con mucho esfuerzo, no sirvió de nada. Una lástima por la hinchada que nos apoya, al público hay que agradecerle, dimos todo”. 

Édgar Olivares / Capitán de Wilstermann 


Nota : La Prensa