El Vicepresidente Álvaro García Linera negó ayer que Bolivia esté camino a la dictadura tal como lo afirmaron algunas autoridades de Paraguay y pidió al Gobierno de Fernando Lugo rechazar el asilo político solicitado por el suspendido gobernador de Tarija Mario Cossio, acusado de cometer actos de corrupción.
García Linera, en conferencia de prensa, calificó las críticas de su homólogo de Paraguay Federico Franco y del Gobernador Carlos Amarilla, de agresivas e incorrectas a la realidad democrática que se vive en Bolivia, porque en las últimas elecciones el Presidente Evo Morales obtuvo una votación por encima del 60%.
García Linera calificó de "desacertadas, agresivas, incorrectas y erróneas" las palabras de Franco, ya que, según dijo, en Bolivia no hay "perseguidos políticos, lo que hay son personas enjuiciadas por corrupción".
"Nosotros rechazamos de manera contundente las declaraciones de cualquier persona extranjera que tenga que inmiscuirse en nuestra política, en nuestra estructura democrática. Algunas autoridades afirmaron que en Bolivia se estaría implementando un régimen dictatorial, le pregunto qué Gobierno obtuvo un 64% en una votación en primera vuelta", señaló.
El Vicepresidente con tono molesto afirmó que en Bolivia está garantizada la democracia y recordó que ante demanda de las organizaciones sociales y población en general, derogó el Decreto Supremo 748 que levantaba la subvención e incrementaba el precio del diesel y gasolina.
"Muchos le dijeron que la medida es correcta pero no es oportuna, el Presidente Evo derogó el Decreto", dijo García Linera al reiterar que el Gobierno no permitirá que ninguna persona extranjera pretenda objetar la calidad y profundidad de la institucionalidad democrática boliviana.
"Rechazamos de manera firme y contundente declaraciones de cualquier autoridad extranjera que tenga que inmiscuirse en asuntos internos y rechazamos cualquier insinuación que ponga en duda la convicción democrática del pueblo y Gobierno bolivianos", remarcó.
Cossío es corrupto no perseguido político
Asimismo, el Vicepresidente negó que en Bolivia exista una persecución política como denunció el suspendido gobernador de Tarija, Mario Cossío, por lo que pidió a las autoridades del Gobierno paraguayo no otorgar asilo político "a un corrupto que robó recursos del pueblo boliviano".
"No hay persecuciones políticas en democracia. El Presidente (Evo Morales), el Vicepresidente (Álvaro García) fuimos perseguidos políticos, por nuestro pensamiento", señaló García al afirmar que Cossío es una persona enjuiciada por corrupto.
"Que sea político no lo pone inmune a la acusación", expresó García al advertir el país ni la oposición ni el oficialismo tienen derecho a encubrir a los corruptos por lo que exhortó a Cossío asumir su responsabilidad y no emitir falsas declaraciones al indicar que su vida corre un gran riesgo en Bolivia.
En ese marco, recordó que Cossío fue denunciado por un ex Diputado de la oposición Fernando Barrientos, quien también fue Director de Transparencia y Anticorrupción de la gobernación de Tarija.
Proteger a Cossío es proteger la corrupción
Ante esas explicaciones, el Vicepresidente se dirigió a las autoridades paraguayas a quienes les advirtió que proteger a Mario Cossío, acusado por más de 25 casos de corrupción sería como proteger actos de corrupción.
"Nos apena que hubiera algunos funcionarios extranjeros que no se dan cuenta de la lucha valiente, decidida y necesaria de Bolivia y los latinoamericanos contra la corrupción y que sin desearlo y asumir esta protección al señor Cossío, en el fondo estarían protegiendo actos de corrupción en el país y de manera respetuosa y al pueblo paraguayo les explicamos estas situaciones", dijo.
García Linera reiteró que "Cossío huyó de Bolivia por una acusación de corrupción, no huyó del país por sus ideas, por ser opositor. Huyó por corrupto y no asumir su defensa, por eso no seamos complacientes con la corrupción", concluyó el Vicepresidente.
El ex gobernador del Departamento de Tarija y opositor a Morales se encuentra desde hace dos semanas en Asunción, donde fue favorecido por un "refugio provisorio" concedido por el Consejo Nacional del Refugiado (Conare) hasta que defina el caso, el próximo 14 de enero.
Cossío, que se declara perseguido político por parte de Morales, viajó a Paraguay tras de ser relevado del cargo por la asamblea regional de Tarija, controlada por el oficialismo y sus aliados, luego de ser denunciado por corrupción.
La Comisión Permanente del Congreso paraguayo resolvió hace una semana apoyar el refugio político a Cossío, argumentando razones legales además de "la tradición de Paraguay en materia de otorgamiento de seguridad personal a ciudadanos de otros países que se sientan perseguidos políticamente".
El caso de Cossío ha puesto en jaque las excelentes relaciones que hasta ahora mantenía el Ejecutivo de Morales con su homólogo Fernando Lugo.
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