Jorge Alvarado, dijo que en la Convención Única de Estupefacientes de 1961, que se realizó en Viena, Austria, se penalizó la hoja de coca y se le colocó en la lista dentro de los estupefacientes
A Estados Unidos (EEUU) no le conviene que se despenalice la hoja de coca, ya que cuando Naciones Unidas incluye la planta en la lista de los estupefacientes, lo que buscaba era justificar la presencia de la Administración de Cumplimiento de Leyes sobre las Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) en Bolivia para destruir las plantaciones de esa especie natural.Así lo consideró este martes el embajador de Bolivia en Venezuela, Jorge Alvarado, en el programa Agenda Abierta, de Telesur, al referirse a la tradición del masticado de la hoja de coca y a la campaña mundial que encabeza su país para cambiar la matriz de opinión acerca de que esta planta es cocaína.
En la Convención Única de Estupefacientes de 1961, que se realizó en Viena, Austria, se penalizó la hoja de coca y se le colocó en la lista dentro de los estupefacientes.
Cuando esta convención fue modificada en 1972 se introduce un elemento, en cuanto a que se permite la hoja de coca como saborizante, “y quien la utiliza como tal es la Coca Cola, de manera que favorecen a esta empresa para que pueda usar la coca, pero a nosotros no nos permiten el masticado que es parte de nuestra cultura”, sostuvo el diplomático boliviano.
“Penalizan la hoja de coca con la finalidad de justificar la presencia de la DEA en Bolivia para destruir las plantaciones de la hoja de coca. Se trata de una presencia militar, por eso hemos expulsado este componente de nuestra nación, ya que se inmiscuía en los problemas internos del Estado boliviano”, aseveró el diplomático.
A finales de enero, Bolivia ratificó su defensa al masticado (acullico) de la hoja de coca como una práctica ancestral de los pueblos indígenas e insistió en la necesidad de enmendar una convención de Naciones Unidas en esa materia.
El único objetivo del Gobierno de Bolivia es eliminar la obligación de vetar el acullico de la hoja de coca,para permitir que los países con esa tradición cultural y religiosa preserven su propia práctica indígena milenaria y cultural.
Cultivadores de coca del trópico cochabambino y de los yungas paceños mantuvieron este 31 de enero una vigilia frente a la embajada estadounidense en Bolivia, en defensa del acullico de la hoja de esa planta.
“La coca no es cocaína” es uno de los lemas enarbolados por los agricultores, quienes declararon emergencia este lunes en defensa de la costumbre ancestral de los pueblos de la región andina y por lograr su reconocimiento en el ámbito de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), lo cual es rechazado por Washington, Estados Unidos.
Al inicio de la entrevista de este martes, el embajador explicaba que con el masticado de la hoja de coca los campesinos y mineros, sobre todo, ingieren un líquido que funge de energizante, costumbre que no sólo se practica en Bolivia, sino en otros países como Perú, Ecuador, Chile y Colombia, entre otros.
Refirió que la hoja de coca forma parte de la cultura de Bolivia, de las comunidades indígenas. Tiene más de 5.000 años de tradición.
Entre sus bondades citó que aparte de ser un buen energizante, también tiene propiedades curativas, funge como oxigenante, así como se utiliza para hacer mates (te) de coca y trimates, cuando se mezcla con manzanilla y anís, lo que permite mayor oxigenación al cuerpo humano.
Asimismo, el diplomático indicó que además de la propiedad medicinal y curativa de la hoja de coca, la planta es un excelente digestivo, aparte de que contiene grandes cantidades de proteínas, de hierro, entre otros nutrientes.
LA HOJA DE COCA NO ES COCAÍNA
A este programa de Telesur se incorporó mediante un contacto desde Bolivia, Reinaldo Molina, quien es director del Programa Control Social de la hoja de coca.
Señaló que en Bolivia, 62% de la población consume hoja de coca y se refirió al vegetal como la planta más completa que existe en el universo, por su sistema de alimentación.
Explicó que la hoja de coca se alimenta de 30% del ecosistema y esos elementos que absorbe se convierten en principios activos medicinales, en ácidos orgánicos, alcaloides y vitaminas.
Igualmente, resaltó que la hoja de coca tiene un alcaloide esencial que se llama igrina, que estimula las glándulas para que la oxigenación al cerebro y la irrigación sanguínea sean perfectos.
También refirió que esta planta se alimenta en 70% del suelo, por lo que adquiere prácticamente todos los nutrientes y proteínas de la tierra.
“El masticado de la hoja de coca significa succión de sus nutrientes. Se debe tomar en cuenta que es la planta más completa en el universo en cuanto a su composición, tanto en lo alimenticio, como en lo medicinal”, reiteró.
Reinaldo Molina apuntó que desde la ONU se mantuvo una campaña para dar una visión negativa de la planta.
“Se cometieron muchos errores malintencionados. Con base en un informe de 1950, la hoja de coca entró como si fuera un producto químico, incluso se le ubica en la misma lista donde está la cocaína, que es un concentrado de la hoja de coca, pero con precursores químicos y ésta sí tiene toxicidad por los químicos mas no por la planta en sí misma”, puntualizó.
Por tal motivo, Molina insistió en que la hoja de coca no puede estar incluida en la misma lista de los productos químicos, como la cocaína.
Desde 1961, la ONU ha pretendido prohibir la tradición del masticado de la hoja de coca, cuyo uso, incluso, es milenario.
Tras la intervención de Molina, el Embajador boliviano en Venezuela enfatizó que la coca en su estado natural no es cocaína, ya que para obtener ésta última la planta tiene que pasar por un proceso químico.
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