Pese que el oficialismo mantiene sus dos tercios en la Asamblea Legislativa y sus legisladores son los mismos hay descontento en sus filas por la forma de hacer gestión del Gobierno de Evo Morales, mientras la bancada opositora está cada vez más reducida por sus continuas fracturas, coinciden analistas y actores políticos.
Indican que el “gasolinazo”, aprobado el 26 de diciembre del pasado año, y después anulado, dejó ver que la unidad del oficialismo no era tan contundente y que muchos de sus legisladores, antes que responder al Ejecutivo, se deben a sus bases, a las organizaciones sociales que los postularon, por lo que rechazan algunas acciones.
Advierten que a diferencia del anterior mandato y el primer año del segundo, la alianza del Movimiento Al Socialismo (MAS) con varias organizaciones hoy está resquebrajada.
La analista política María Teresa Zegada explica que esas fracturas dentro los partidos políticos opositores, pero también entre los legisladores del MAS, más que por posiciones ideológicas, se debe a una falta de “madurez política”.
Rupturas
A pesar de que en la Asamblea Legislativa Plurinacional el MAS tiene representantes de distintas organizaciones sociales tanto en la Cámara de Diputados como en la de Senadores, los recientes conflictos dejaron fracturas con esos grupos.
Rupturas
A pesar de que en la Asamblea Legislativa Plurinacional el MAS tiene representantes de distintas organizaciones sociales tanto en la Cámara de Diputados como en la de Senadores, los recientes conflictos dejaron fracturas con esos grupos.
Una primera factura surgió luego de la ruptura de la alianza con el Movimiento Sin Miedo (MSM) (diciembre de 2009). Después fue con el sector indígena del oriente, con los mineros y Potosí, ahora pasa por una situación complicada con los transportistas que tienen nueve representantes en el Legislativo y también los gremialistas, por la presión de estos sectores para que sus demandas sean escuchadas por el Ejecutivo.
Zegada afirma que a pesar que el Ejecutivo se ha denominado “Gobierno de las organizaciones sociales”, esto no impide que el sector indígena campesino manifieste su poca capacidad de ser escuchado y de decidir, como sucedió con el Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (Conamaq) y la Confederación de Pueblos Indígenas de Bolivia (Cidob), pero sucede lo contrario con la Confederación Sindical de Trabajadores Campesinos de Bolivia y con las federaciones de cocaleros de Cochabamba, que están situadas en el centro del poder del MAS.
Explica que en el actual Gobierno, a pesar de estar compuesto por organizaciones sociales, el poder de decisión sigue quedando en un círculo muy reducido.
“El riesgo es que (las organizaciones sociales) al no verse representadas, empiecen a tener una posición más crítica del Gobierno y se distancien del mismo”, señala Zegada.
HAY DESCONTENTO ENTRE LOS INDÍGENAS
El diputado oficialista por la circunscripción especial indígena de Beni, Pedro Nuni, dice que el movimiento indígena del oriente del país se siente “defraudado” por el Gobierno porque no comprende ni entiende las necesidades de este sector, que desde la conformación de la Asamblea Constituyente dio su apoyo incondicional al proceso con la esperanza de ver “grandes cambios”.
Señala que esta desilusión llegó a tal punto que “nuestras propias organizaciones están en un momento de crisis; en algunas de ellas hay paralelismo y divisionismo. Lastimosamente, se ven entrampados en una situación de no protagonismo en este proceso que deberíamos seguir impulsado”.
Nuni agrega que es miembro de la Asamblea Legislativa como representante, pero con una participación “muy tibia por no decir nula” porque el Gobierno no “entiende ni comprende” las necesidades y demandas del sector.
LA OPOSICIÓN NO LOGRÓ CONSOLIDARSE
Para la analista María Teresa Zegada, una de las causas del quiebre de la oposición es que no se ha logrado consolidar como un solo bloque debido a que está integrada por representantes de diversos partidos políticos (MNR, MIR, NFR, entre otros), que en un momento de la historia de Bolivia han sido marginados por el voto ciudadano. Añade que se logra articular sólo para conservar sus espacios dentro el Legislativo.
El diputado de Convergencia Nacional (PPB-CN) por Cochabamba Mauricio Muñoz admite la existencia de diferencias entre los grupos existentes en el bloque de su frente.
Las diferencias en la oposición llegan a las acusaciones. Varios legisladores acusaron a sus colegas de “tránsfugas” por apoyar o dar su voto para aprobar una ley o decisión del oficialismo.
En el oficialismo, el rechazo a las disidencias es aún más dura, son consideradas como “traición al proceso de cambio”.
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