Sin duda, la decisión del Gobierno de acudir a tribunales internacionales para buscar por esa vía el retorno de Bolivia a las costas del Pacífico, con soberanía y continuidad territorial, marca un giro importante en las negociaciones con Chile, que merece el más cuidadoso análisis jurídico e histórico. Se trata de una decisión trascendental que involucra muchos aspectos de la política internacional del país, que hasta ahora no ha sido manejada con coherencia, no solamente en la actual administración, sino desde siempre.
Es posible que luego de tantos frustrados intentos, haya llegado el momento de acomodar las desordenadas fichas para canalizar la búsqueda del objetivo central de lograr una salida soberana al mar, mediante todos los recursos que la diplomacia y la jurisprudencia lo permiten. Desde ese punto de vista, el anuncio del Presidente Evo Morales, abre una posibilidad más, a las que se han explorado hasta el momento. El error de todas las administraciones ha sido de encarar el problema a medias y solamente por una vía, ya sea la confrontación acudiendo a organismos internacionales, o la negociación bilateral, como la que se avocó la actual administración. En los hechos, la vía para lograr la salida al mar, tiene por lo menos tres opciones válidas a las que no se debe renunciar, y que no son excluyentes entre sí. La primera es efectivamente la negociación bilateral que pese a las frustraciones no ha agotado las posibilidades, de manera que debe seguir su curso, con la agenda de 13 puntos, que permitirá avanzar en todo aquello que Chile se muestre predispuesto. La segunda opción es trilateral, ya que para encontrar una solución práctica, es imprescindible que Perú se integre a las negociaciones con Bolivia y Chile, porque una solución viable, que no interrumpa la continuidad territorial de Chile, pasa por tomar en cuenta los territorios que antes fueron de Perú. La tercera opción es apelar a que la justicia internacional conozca la controversia.En primer lugar, es necesario puntualizar que la decisión de acudir a la justicia internacional, es un derecho que asiste a cualquier país que ve restringidos sus derechos esenciales. Es una vía válida, asumida por la mayoría de las naciones y los Estados, para zanjar una controversia que no encuentra solución por la vía de la negociación bilateral. En el caso de la centenaria demanda para que Chile devuelva la salida de Bolivia al mar, cortada mediante una guerra no declarada, esta vía debe ser la decisiva y no tiene porque frenar las otras negociaciones. Un ejemplo claro es la actual controversia que mantienen Perú y Chile ante el Tribunal Internacional de la Haya sobre derechos marítimos, que aunque haya sacudido mediáticamente la opinión pública de los dos países, no ha entorpecido sus relaciones, que continúan viento en popa, haciendo negocios, luchando juntos contra el narcotráfico, intercambiando fuertes inversiones, incrementando su comercio y, además, proyectando pasos fundamentales de complementación energética e integración. Es más, el presidente Piñera, luego de visitar Lima, dijo que lo que es de la Haya, que vaya a la Haya, y lo que es de la integración y las buenas relaciones a la diplomacia.De todas maneras, tampoco debe extrañar a nadie que el gobierno y los políticos chilenos hayan reaccionado indignados por el anuncio del presidente Morales de acudir a la justicia internacional. Chile sabe que nadie negará a Bolivia su derecho a salir al mar que le fue arrebatado en una guerra. No se le está pidiendo a Chile que devuelva todo el territorio capturado, ni las inmensas riquezas que han permitido a ese país desarrollarse. Diferentes gobiernos chilenos han reconocido que el guano, el salitre y el cobre han sido el salario de Chile. Ahora ya tiene un nuevo bono que es el litio. Todo ello arrebatado a Bolivia. Por ello, los bolivianos todos, deberíamos hacer fuerza para fortalecer la estrategia de retorno al mar, y demandar que, a partir de este momento, sin distinciones de color político, los ciudadanos más calificados sean convocados a la comisión que se hará cargo de preparar la demanda internacional.El Presidente de la República ha anunciado que "la lucha por nuestra reivindicación marítima (...) ahora debe incluir otro elemento fundamental, el de acudir ante los tribunales y organismos internacionales demandando en derecho y justicia una salida libre y soberana al océano Pacífico". Esto, no excluye, seguir avanzando en todo aquello que ayude a buscar un mejor entendimiento con Chile y alcanzar una complementación que ambos países necesitan.Nota : Jornada
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