En más de una ocasión he disertado sobre la utilidad de
Twitter como puerta social hacia una comunidad de la que uno acaba volviéndose dependiente en su búsqueda de útil reciprocidad. No encuentro red más influyente a tantos niveles como ésta, algo que viene a ratificarse con
Twestival, movimiento global que se sirve de una premisa básica en
Twitter: publicar algo interesante en el momento oportuno garantiza la rauda circulación del mensaje, que puede acabar dando la vuelta al globo en cuestión de minutos.
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