Las pérdidas ascienden a $1.8 millones; $170,000 solo en concepto de regalías.
Los trabajadores de la mina San Cristóbal, la más grande de Bolivia y filial del grupo japonés Sumitomo, levantaron el sábado anterior una prolongada huelga de actividades que paralizó las operaciones de la empresa durante 11 días.
Los obreros, quienes cumplieron la medida de presión al exigir mejoras en las prestaciones de salud, suscribieron ese mismo día “un acuerdo de entendimiento” con los ejecutivos de la compañía.
El Ministerio de Trabajo informó que este entendimiento se firmó tras una reunión de conciliación celebrada en sus instalaciones de La Paz, la capital administrativa de Bolivia.
De acuerdo con el documento rubricado, la empresa analizará todas las mejoras solicitadas en una mesa de diálogo formal que se instaló tras la reanudación de las operaciones mineras.
La filial del japonés Sumitomo, cuya operación de explotación minera se desarrolla en el sudoeste del departamento boliviano de Potosí, informó que por cada día de huelga esa región dejó de recibir $170,000 solamente por el concepto de regalías mineras.
A la fecha, esas pérdidas ascienden a más de $1.8 millones.
Anteriormente, el viceministro boliviano de Minería, Héctor Córdova, dijo que las pérdidas diarias subieron a $400,000, incluidas las obligaciones tributarias y el valor de las exportaciones.
En 2010, la filial de Sumitomo exportó minerales por un monto de $900 millones y se consolidó como la mayor empresa minera de Bolivia.
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