La ONU reconoce uso tradicional de la coca

Críticas: La oposición reprochó al Gobierno porque denunció un acuerdo que acepta el acullico.

El Gobierno no tenía necesidad de denunciar y alejarse de la Convención de Viena sobre estupefacientes de 1961, que prohíbe el acullico, porque Naciones Unidas (NNUU), a través de la misma norma internacional de 1988, reconoció el uso tradicional lícito e histórico de la hoja milenaria, coincidieron ayer los diputados de Convergencia Nacional Alejandra Prado y de Unidad Nacional Jaime Navarro.

Se trata de la Convención de Naciones Unidas contra el Tráfico Ilícito de Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas que Bolivia, junto a otros 191 países, firmó en 1988, cuyo artículo 14 señala que dentro de las medidas para erradicar el cultivo ilícito de plantas como la coca “se deberán respetar los derechos humanos fundamentales y tendrán en cuenta los usos tradicionales lícitos e históricos”.

MALA SEÑAL. Para la diputada opositora Alejandra Prado, el hecho de que el país, mediante un proyecto de ley aprobado la noche del miércoles por la Cámara de Diputados, se desvincule de la mencionada normativa es una “señal política negativa”, cuya consecuencia será el “aislamiento internacional”.

“Bolivia está en el ojo de la tormenta por las manifestaciones contrarias que está dando, como la legalización de autos ‘chutos’ y ahora con este proyecto de ley que defiende el acullico, aspecto que no es comprendido a nivel internacional”.

El diputado Jaime Navarro dijo que se trata de un tema muy delicado en sentido de que si el Gobierno tomó la decisión de alejarse del referido convenio, implica eximirse de cumplir lo que establece el acuerdo en cuanto a la lucha contra el tráfico de estupefacientes. “Esto obviamente va a afectar internacionalmente la imagen del país, el apoyo económico externo para combatir el narcotráfico”.

Al respecto, el diputado del MAS Lucio Marca dijo que pese a esta determinación, Bolivia seguirá teniendo un compromiso firme de luchar contra las drogas.

“Bolivia da una señal negativa al mundo”

En opinión del excanciller de Bolivia Armando Loaiza, que el Gobierno se libere de la Convención Única sobre estupefacientes de 1961, con el argumento de defender el acullico, es una señal negativa porque podría ser interpretada por la comunidad internacional como un alejamiento de las obligaciones respecto del control de las drogas.

Dijo que la mencionada convención es el máximo instrumento normativo que tiene las Naciones Unidas para fiscalizar la lucha contra las drogas en el mundo, y el paso dado por el Gobierno “podría interpretarse como si dejara de lado los compromisos de información y de supervisión que asumió al momento de formar parte del acuerdo. No se debe olvidar que Bolivia es uno de los mayores productores de coca en el mundo y su desvinculación con el pretexto del acullico podría verse como si el país se estuviera zafando de sus obligaciones respecto a las drogas”.

Enfatizó en que no se puede forzar a la comunidad internacional a que acepte sus normas internas, como la Constitución que protege a la hoja de coca.

Para tomar nota

Campaña por el acullico

En 2009, el presidente Evo Morales envió una carta al secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, en la cual propone modificar el artículo 49, incisos 1 c) y 2 e) de la Convención Única sobre Estupefacientes de 1961, modificada por el Protocolo de 1972, que penaliza el masticado de la hoja de coca.

La campaña, empero, no logró su objetivo. Morales argumentó que su Gobierno no logró informar a toda la comunidad internacional sobre los privilegios naturales de la coca.

La CPE protege la coca

La Asamblea Constituyente aprobó en 2008 la nueva Constitución Política, que en su artículo 384 manifiesta: “El Estado protege a la coca originaria y ancestral como patrimonio cultural, recurso natural renovable de la biodiversidad de Bolivia, y como factor de cohesión social; en su estado natural no es estupefaciente. La revalorización, producción, comercialización e industrialización se regirá mediante la ley”. En ese sentido, el Gobierno se mantiene hasta la fecha en una cruzada a su favor.

Norma contraria a la CPE

El Gobierno denunció la Convención de Viena de 1961 en razón a la novena disposición transitoria de la Constitución Política del Estado que indica: “Los tratados internacionales anteriores a la Constitución y que no la contradigan, se mantendrán en el ordenamiento jurídico interno con rango de ley.

“En el plazo de cuatro años desde la elección del nuevo Órgano Ejecutivo, éste denunciará y, en su caso, renegociará los tratados internacionales que sean contrarios a la Constitución”.

Convención de Viena, 1961

El inciso 1 c) de la Convención de Viena de 1961, enmendada por el Protocolo de 1972-1988, señala: “Al firmar, ratificar o adherirse a la Convención, toda Parte podrá reservarse el derecho de autorizar temporalmente en cualquiera de sus territorios: la masticación de la hoja de coca”.

Entretanto, el inciso 2e) de la norma indica: “La masticación de hoja de coca quedará prohibida dentro de los 25 años siguientes a la entrada en vigor de la presente Convención”.

Para destacar

La Cámara Baja aprobó el proyecto de Ley de Denuncia a la Convención Única de 1961.

Mediante la norma, Bolivia inició el proceso para retirarse del Convenio en defensa del acullico.

Opiniones

“Vamos a entrar en un manejo totalmente inadecuado del contrabando, del narcotráfico, de la corrupción. Creo que el Gobierno está perdiendo totalmente el control de estas áreas, y eso es peligroso para los bolivianos”.

Germán Antelo / Senador CN

“La oposición está confundiendo el narcotráfico con la hoja de coca. La hoja de coca no es cocaína, es una hoja sagrada, no es pasta, y eso tiene que estar claro. Nosotros vamos a defender nuestras costumbres milenarias”.

Jorge Medina / Diputado MAS

“Vamos a dar rienda libre a lo que es la coca, que es la base de la cocaína. ¿Qué imagen estamos dando a la comunidad internacional con la decisión del Gobierno de Evo Morales de alejarse de convenios internacionales?”.

Felipe Dorado / Diputado CN

“La Convención de Viena de 1988 no fue tomada en cuenta para el proyecto de ley del Ejecutivo y en este acuerdo se reconoce el uso tradicional, histórico y lícito de la coca, como lo reconoce el Gobierno en la Constitución”.

Jaime Navarro / Diputado UN

“Todos los convenios internacionales que firmó el Gobierno para la lucha contra el narcotráfico están vigentes. Bolivia tiene un plan nacional, un plan estratégico contra las drogas y no saldrá de ese marco establecido”.

Nota: La Prensa

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