Tras una reunión de urgencia del Gobierno de Dalian, una de las principales ciudades portuarias del noreste de China, los principales responsables locales aseguraron que la planta Fujia, abierta hace tan sólo dos años, se cerrará y será reubicada en otro lugar.
Miles de personas se concentraron el domingo en la Plaza del Pueblo, principal de la ciudad y donde se encuentra el Gobierno local, coreando consignas contra la planta química y portando pancartas donde se podían leer frases como "queremos sobrevivir". La protesta creció pese a la fuerte presencia de policías antidisturbios, y algunos de los allí presentes, en su mayoría jóvenes, protagonizaron enfrentamientos con las autoridades, aunque no se reportaron heridos ni detenidos.
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