Pese a la intervención policial, campesinos de Yapacaní mantienen cerrada la vía Cochabamba-Santa Cruz, con desbloqueos esporádicos. Los pobladores, que exigen, entre otros cuatro puntos, la renuncia de la Ministra de Desarrollo Rural, ayer tomaron otras carreteras, aislando casi por completo Santa Cruz del resto del país.
Mientras el Gobierno intenta resolver este problema en Santa Cruz, que dejó a mucha gente en las terminales sin poder salir ni llegar hasta ese departamento, en el resto de las ciudades del país se registraron otras protestas protagonizadas por diferentes sectores que exigen la atención de sus demandas, que van desde la realización del censo de población y vivienda este año en El Alto, hasta problemas por la ejecución de proyectos camineros, como el caso de Tarija y Beni. Otros que han derivado en violentos enfrentamientos, el caso de Yapacaní (Santa Cruz), Colomi (Cochabamba) y El Alto (La Paz).
El viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, César Navarro, informó ayer que los ministros de Estado y hasta el propio presidente en ejercicio del Estado, Álvaro García Linera, están buscando acercamientos con estos sectores movilizados para atender sus demandas y evitar medidas radicales.
Ante el surgimiento de diferentes conflictos sectoriales en casi todo el país, Navarro advirtió que hay una coincidencia sospechosa de movilizaciones y que tienen diferentes intereses, pero motivaciones políticas similares o afanes utilitarios de demandas legítimas sectoriales, para conflictuar al Gobierno y al país.
Dijo que esas demandas son atendidas y los ministros se encargan de buscar reuniones con los sectores para informarles sobre los avances, pero lamentó que no exista voluntad para dialogar y se opte por la presión.
Agregó que hay demandas como la destitución de Achacollo, que exige un grupo de campesinos de Santa Cruz, que no se va negociar. "Es más una protesta política y que no puede ser resuelta por el Gobierno", afirmó.
Esta ola de conflictos se produce a cuatro días del inicio de una marcha de indígenas del Tipnis.
Los vecinos de El Alto confirmaron la huelga del lunes 15 para exigir al Gobierno que no aplace para 2012 el censo de población y vivienda que debía realizarse este año, porque esperan un aumento de presupuesto en función de los resultados.
El Gobierno intentó sin éxito, reunirse con los dirigentes para evitar la realización de esa medida. Los dirigentes vecinales rechazaron reunirse con el presidente en ejercicio Álvaro García Linera la tarde de ayer, y ratificaron el paro de 24 horas desde las cero horas del lunes con el bloqueo de las “mil esquinas”.
A este conflicto, se suman el cierre de carretera Tarija-Potosí por los transportistas tarijeños, la huelga de hambre de campesinos en Tarija, la vigilia de maestros urbanos en Potosí, la movilización de los trabajadores municipales en Oruro exigiendo incremento salarial, la emergencia declarada por los transportistas en Pando en rechazo a las tasas elevadas aduaneras, el conflicto entre los municipios de Alpacoma y La Paz por el botadero, entre algunos.
Pobladores del municipio de Colomi (Cochabamba), tras el violento enfrentamiento entre sectores afines y contrarios al alcalde de ese municipio, Víctor Terán, el miércoles con el saldo de casi un centenar de heridos, ayer se mantuvieron atrincherados. El viceministro de Régimen Interior, Marcos Farfán, dijo que la Policía retomó el control en el lugar y los sectores en conflicto accedieron a dialogar para evitar nuevos enfrentamientos.
"Nuestro Gobierno y el presidente están abriendo las puertas como nos hemos caracterizado desde 2006, para establecer no solo mecanismos de diálogo, sino de resolución de las diferentes demandas de las instituciones cívicas, sociales y campesinas, en función de las posibilidades económicas que tiene el Estado", argumentó.
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