La Paz, 11 ago.- El estadio Hernando Siles, que muestra un rostro mejorado, fue reabierto ayer tras la inspección que realizó en la mañana el gobernador del departamento de La Paz, César Cocarico.
El campo de juego era el sector más deteriorado, el césped estaba en mal estado y el terreno tenía desniveles. Ante ese deterioro, se emprendió un trabajo de algo más de dos meses de mantenimiento con una inversión de más de un millón y medio de bolivianos para ése y otros sectores.
El director del Servicio Departamental de Deportes (Sedede), Alberto Alvarado, señaló que se mejoró el césped (tarea a cargo de la empresa Agrint), se cambiaron los sistemas de riego y drenaje, se arregló la iluminación, se refaccionaron las puertas de acceso, las salas de calentamiento, los camerinos, los casilleros y los servicios higiénicos.Dijo también que ahora se cuenta con un circuito cerrado con 10 cámaras de video para el control de la seguridad en el interior y exterior del escenario, y que se adquirieron pizarras acrílicas magnéticas para que los entrenadores cuenten con ellas en las charlas técnicas con sus equipos.
Un trabajo que destacaron las autoridades es el efectuado en la curva sur. Alvarado contó que “de la bandeja superior caía un chorro de agua a la bandeja baja, porque no había conductos de desemboque, ahora sí hay porque incorporamos unos tubos berman que conducen el agua a las alcantarillas”.
Todavía restan algunos trabajos como el elevado en un metro de la valla de seguridad entre las tribunas y el campo de juego, el colocado de vidrio templado en las bancas de suplentes, el cambio de los calderos de diésel a gas y el arreglo de las aceras.
Y para preservar el estado del campo de juego se reglamentará su uso. Cocarico dijo: “Yo no quisiera tener conflicto con nadie, pero el escenario más importante de Bolivia en cuanto al fútbol no puede ser mal utilizado, aquí se prestó el escenario para cualquier cosa, pero a partir de ahora el estadio Hernando Siles sólo es para la Selección Nacional y para los clubes de la Liga”.
Dos meses demandó el trabajo de refacción que se hizo.
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