El presidente boliviano, Evo Morales, visitó ayer las sedes de las grandes empresas estatales chinas con las que Bolivia firmó acuerdos
para construir un satélite e industrializar litio en el Salar de Uyuni, que contiene el 70 por ciento de las reservas mundiales, pero destacó que el país no será solamente vendedor de materias primas a China.
"A ver si tenemos (en este viaje) esa capacidad de convencer que haya más inversión con prioridad de las empresas estatales hacia temas productivos, industrialización de hierro, litio, en lo que hemos avanzado bastante, gas y petróleo", declaró a EFE.
"Se acabó el ser un país que vende solamente materias primas. Cualquier industrialización ha de ser en Bolivia", manifestó el presidente tras reunirse con la colonia boliviana en su primer día en Pekín, a donde llegó ayer en visita oficial hasta el 14 de agosto.
Según dijo el gobernante boliviano a sus compatriotas, el Gobierno invierte, pero necesita más inversión en sectores productivos y energéticos, entre otros, "a fin de cambiar la economía nacional y dignificarnos a nivel internacional".
La economía boliviana avanza, según su presidente, "pues ya no tiene déficit fiscal. No somos el Estado mendigo que no tenía superávit desde 1940, cuando los préstamos se sucedían para implementar políticas de privatización".
"Según la ONU", dijo Morales, "un millón de bolivianos accedieron a la clase media y con nuestra gestión el crecimiento económico es del 5 por ciento frente al 3 por ciento anterior".
Entre los logros, Morales citó el conseguir que el derecho al agua sea reconocido como derecho humano universal en la ONU "y "EE.UU. no se opuso, se abstuvo".
El presidente se refirió de nuevo a EE.UU. para afirmar que con la crisis del capitalismo, la primer potencia mundial "será pronto una colonia de China, que lidera el desarrollo industrial".
"El capitalismo se derrumba y las deudas ya no son de los pobres. No podemos depender solamente de los mercados de EE.UU. y de la Unión Europea (UE) (también en crisis) por lo arriesgado. Debemos diversificar los mercados como el país productor que queremos ser y también a nivel regional en Unasur", destacó.
Morales mencionó que colateralmente la crisis de la deuda en países de la UE también afecta a la economía "por ejemplo, con la disminución de las remesas que llegan desde España".
Pero, según dijo a EFE, "España sigue cooperando en temas de agua con los países de América Latina pese a sus problemas económicos. A eso se llama solidaridad, compartir lo poco que tenemos y no las sobras. Cuantos más problemas tenemos, estar juntos trabajando".
La comunidad boliviana presentó a Morales un manifiesto de apoyo a su iniciativa para reclamar a Chile la salida al mar con carteles como "Bolivianos en China respaldan la Demanda Marítima" o "Llamamos al mundo a apoyar a Bolivia para su salida soberana al mar".
"Se trata de una batalla permanente y con los presidentes (chilenos) Ricardo Lagos y Michele Bachelet creímos, pero retrocedimos. Por eso, sin dejar el diálogo apelamos ahora a la segunda instancia de los tribunales internacionales (contra Chile)", subrayó el presidente.
Marcha de indígenas
Evo Morales también se refirió en Pekín a la marcha de 500 kilómetros que proyectan los indígenas de la Amazonía hasta La Paz contra una carretera de 300 kilómetros que cruza una reserva natural.
"No puedo entender que los hermanos y hermanas se opongan a la integración. Los mismos dirigentes que aplaudieron cuando lo anuncié. Es una integración que ahorra tiempo en el recorrido y en todo el mundo los caminos pasan por parques naturales", señaló, para añadir que en algunas partes los madereros acabaron con los árboles sin que los indígenas lo denunciaran.
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