El caso de la niña de cuatro años que fue objeto de abuso deshonesto en el baño de su escuela, por parte de un hombre de 30 años que ingresó al edificio el pasado 15 de agosto, develó la falta de seguridad que hay en los recintos educativos.
Ayer, una multitudinaria marcha de padres de familia de los colegios de la periferia a la cabeza del directorio de la Junta Educativa de Padres de Familia del Distrito Sucre, marchó exigiendo seguridad para sus hijos con pancartas y estribillos.
Después de dar una vuelta por la plaza 25 de Mayo, participaron de un mitin en el frontis de la Alcaldía de Sucre, donde los dirigentes protestaron por los hechos ocurridos y demandaron más atención a las autoridades y más cobertura a los barrios de la periferia a la prensa en general.
El presidente de la Junta Educativa de Padres de Familia del Distrito Sucre, Jorge Saavedra, manifestó que el caso de la niña de la escuela Ovando, no es el único hecho que ocurrió, hay otros incidentes de acoso sexual, maltrato físico y psicológico que sufrieron niños y niñas en las unidades educativas, que actualmente se están procesando en la Dirección Distrital de Educación Sucre y en la Dirección Departamental de Educación Chuquisaca.
La propuesta de esta representación para ejercer mayor control en los recintos educativos consiste, entre otros puntos, en pedir a la Policía asigne guardias en los horarios de entrada y salida en los establecimientos educativos; asimismo, que haya mayor control en el funcionamiento de los puntos de internet y vigilancia permanente en las plazas y plazuelas, con el fin de controlar la venta de drogas.
El próximo 30 de agosto habrá una reunión de autoridades y representantes de organizaciones para hablar sobre el tema.
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