Presidente denuncia "chantaje" y se niega a asistir al diálogo

El presidente Evo Morales llegó a Bolivia ayer después de siete días en China. Pero su avión no aterrizó en el aeropuerto internacional de El Alto, ciudad que mantiene desde ayer un paro y una huelga general indefinida en protesta por la suspensión del Censo de Población y Vivienda.

El Primer Mandatario pisó suelo cochabambino e inmediatamente después ofreció una conferencia de prensa para declarar que no asistirá a ninguna mesa de diálogo con los sectores en conflicto porque "tal vez quieren chantajear al Presidente".

Dijo que la solución concertada a las demandas de los Indígenas del Parque Nacional Isiboro Sécure (Tipnis), que ayer empezaron una marcha a la sede de Gobierno para rechazar la construcción de una carretera que atraviesa su territorio está delegada a sus colaboradores.

"Está a cargo de los ministros", insistió el Mandatario para luego recordar que los otros focos de conflicto, en El Alto y Potosí que paralizó actividades por reivindicaciones regionales, persisten pese a la convocatoria a dialogar que hizo el Gobierno.

"Se envían cartas, se invita y no asisten al diálogo", dijo Morales para recordar que "antes se pedía diálogo y no había diálogo".

"Se pedía través del Defensor del Pueblo, a la Asamblea Permanente de Derechos Humanos, sólo para abrir el diálogo, ahora nos rogamos para el diálogo y no quieren participar", señaló.

Pero el Presidente no recordó que cuando era dirigente de los productores de coca de El Chapare exigía la presencia del Presidente de la República para levantar los bloqueos que paralizaban al país.

CONSPIRACIÓN

Mientras tanto, los indígenas del Tipnis iniciaban la marcha forzada hacia La Paz; El Alto y Potosí paralizaban sus actividades.

El ministro de la Presidencia, Carlos Romero, también insistió en la convocatoria al diálogo y denunció la existencia de una "conspiración" de sectores políticos de oposición que presuntamente alientan los conflictos contra el Gobierno.

Romero expresó que existe un "contexto conspirativo" y una "coincidencia" de las tres movilizaciones que empezaron ayer.

"Muchas movilizaciones se planificaron para el 15 de agosto. Qué extraño que todas coincidan en la fecha, también que coincida la oposición política reunida en Cochabamba viendo cómo boicotear el proceso de reestructuración judicial. Pareciera haber un contexto conspirativo", dijo el ministro.

El ministro de Obras Públicas, Wálter Delgadillo confirmó que si se instala el diálogo en el Tipnis, sólo asistirán los ministros y no el presidente Morales, aunque aclaró que quien "toma decisiones superiores" es el Jefe de Estado.

OPCIONES

Pese a la advertencia de construir la carretera que atraviesa el Tipnis, "quieran o no" como afirmó en una ocasión el Presidente, Romero aclaró ayer que sólo "hay un trazo preliminar" de la carretera y que se pueden considerar al menos "cinco alternativas para seguir construyendo el segundo tramo".

Anunció que "precisamos concertar decisiones con los indígenas".

En El Alto, bastión electoral del MAS, el dirigente de la Fejuve, Rubén Paz, afirmó que ese sector aguarda la invitación del Gobierno para dialogar.

"Esperemos que el gobierno ya nos haga una invitación formal para coordinar una solución. No estamos cerrados al diálogo, al contrario, nosotros esperamos solucionar el problema", enfatizó Paz, a tiempo de recordar que "estamos luchando por un bien común no estamos peleando solamente por un sector".

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