Los daneses aguantaron la primera parte, con una gran actuación de su portero Wessels, pero se vio superado por una segunda parte estelar de los castellonenses y de Rossi.
Salió el Villarreal con una clara vocación ofensiva y con un planteamiento claro para buscar la remontada. El técnico Juan Carlos Garrido, sin lateral derecho por la lesión de Ángel y un proceso febril de Mario Gaspar, el lateral habitual, decidió apostar por colocar a un central como el mexicano Zapata de lateral y un centrocampista como Bruno, como central marcador.
Los segundos cuarenta y cinco minutos, comenzaron con un Villarreal volcado y buscando la portería rival. Y ya al minuto ya había parado dos disparos Wessels, de Joan Oriol y Marcos Senna.
Camuñas envió un balón al palo para desesperación de la afición castellonense, hasta que finalmente, en el 50, Rossi aprovechó un centro de Nilmar, y batió a Wessels.
Con el gol, se tranquilizaron los ánimos y el Villarreal movió mejor el balón. Así, Cani buscó un centro lejano a la espalda de la defensa, que encontró a Rossi, que remató de volea desde el centro del área para marcar un golazo que daba la clasificación.
El gol descolocó al Odense, que vio cómo a los setenta minutos, era expulsado Kadrii por una dura entrada a Zapata. Con un hombre más, el Villarreal buscó manejar el partido y aguantar la posesión, a la espera de una opción que sentenciara la eliminatoria. Pero Valero, puso otra la vez la emoción al resultado al autoexpulsarse por responder a una entrada rival (m.76).
Cuando parecía que podía pasar apuros, apareció Marchena, quien ya avisó en el primer balón que tocó y, a falta de ocho minutos, marcó el gol de la tranquilidad y de la clasificación. Con un disparo lejano y raso, que se "tragó" Wessels.
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