En muchas operaciones quirúrgicas, sobre todo las invasivas, los cirujanos se ven obligados a abrirse paso y a cortar (o desviar) la circulación sanguínea del paciente y, para ello, deben seccionar vasos sanguíneos que, al finalizar el procedimiento, deben volver a unir. Fue el doctor Alexis Carrel, premio Nobel en 1912, quien sentó las bases de lo que sería la cirugía vascular, algo que podría pasar a la historia gracias a los resultados de esta investigación.
La autorización de la FDA permitirá a los investigadores realizar pruebas de mayor envergadura, después de haber probado con éxito este “pegamento” con roedores. Los investigadores han obtenido un gel sintético a partir de un compuesto llamado Poloxymer 407, que han modificado de manera que éste sea sensible a la temperatura. El resultado es un gel que es capaz de pasar de un estado líquido a sólido con una variación de unos pocos grados por encima de la temperatura del cuerpo humano. El equipo utilizó una lámpara halógena para calentar el área alrededor de un vaso sanguíneo roto en una rata, agregó el gel que unió el vaso y, posteriormente, añadieron pegamento quirúrgico en los extremos para afianzar la unión.
El líquido se convierte en sólido, evitando atravesar el vaso con las puntadas de una aguja. […] Después de la conexión, el paciente se queda con una junta formada por la cicatriz del corte y la unión de los dos vasos sanguíneos
Por ahora, han sido capaces de unir la aorta de una rata además de unir algunas venas que fueron cortadas en ángulo a propósito para ver si este gel podría servir para unir los extremos. Los resultados han sido positivos y arrojan que esta técnica es cinco veces más rápida que la sutura además de dañar menos la estructura de la vena, menores cicatrices y, por tanto, una menor inflamación posterior. La idea es probarlo en seres humanos y, si las pruebas resultasen con éxito, quizás en un futuro pudiese usarse de manera generalizada.
Aunque parece novedoso, realmente, la idea no es nueva, si bien es cierto que la tecnología no permitió avanzar demasiado por aquel entonces. Hace 20 años la técnica fue patentada por Roger Khouri, un cirujano plástico que desarrolló en Miami un compuesto, basado en lípidos, que se solidificaba con agua fría y luego se disolvía en el cuerpo, pero al no existir pegamentos quirúrgicos, se usaba sutura, por lo que al final no se ganaba tanto.
La idea suena bastante bien, si bien es cierto que este gel lo único que proporciona es una “estructura” temporal, algo así como un andamio, que debe ser reforzada con el pegamento. Precisamente, algunas voces, como la de Bruce Klitzman, de la Universidad de Duke, son algo más escépticas porque, según comentan, esta técnica tan solo ahorraría a un cirujano 5 o 10 minutos de trabajo y, frente a eso, prefiere seguir suturando porque tiene mucha más flexibilidad y margen de maniobra.
De todas formas, creo que es un avance muy interesante y, quizás, en un futuro podría minimizar los tiempos de convalecencia de muchos pacientes.
Via : Alt1040
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