En una conferencia de prensa realizada la noche de este lunes, el presidente de Bolivia, Evo Morales, suspendió la construcción de la polémica carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos, que tenía previsto atravesar el corazón del Territorio Indígena del Parque Nacional Isiboro Securé.
(TIPNIS), hasta que una consulta "nacional" centrada en los departamentos de Beni y Cochabamba, se pronuncie sobre su continuidad o extinción. Haciendo un mea culpa, el mandatario, indicó también que no se justificaba la violenta represión a los indígenas ocurrida este domingo.
Luego de una jornada marcada por las críticas por la polémica intervención policial a los marchistas, que derivó incluso a pedidos de renuncia y amenazas con juicios de responsabilidades, contra el presidente Morales, el Ejecutivo cedió y suspendió la construcción de esta tramo caminero, que desató la ira de los indígenas de tierras bajas ya que esta obra vulneraría el habitad del TIPNIS, y la forma de vida de los nativos de esta zona.
Sin embargo, el ejecutivo no aclaró si se congela todo el proyecto carretero entre Villa Tunari y San Ignacio de Moxos o sólo el tramo II que pasaría por la reserva.
“Que haya un debate nacional, un debate del pueblo boliviano para que ellos decidan y especialmente los dos departamentos beneficiarios o involucrados, mientras este debate nacional y para que los departamentos decidan, queda suspendido el proyecto de carretera en el Parque Indígena o Territorio Indígena del Parque Isiboro Sécure”, determinó el jefe de Estado.
De la misma forma que reconoció, que el fallido gasolinazo fue mal cálculo gubernamental, el mandatario, haciendo un acto de remordimiento reconoció que la violenta represión realizada por efectivos del orden el día domingo no se justificaba.
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