"Esperamos que nuestra investigación contribuya a expandir el uso de biocombustibles en el futuro y a disminuir la dependencia del petróleo. También que destaque la importancia de conservar especies animales en su medio natural".
Brown estima que en ciertas condiciones, las bacterias del sistema digestivo de los pandas pueden convertir hasta el 95% de la biomasa vegetal en azúcares simples. Estas bacterias contienen enzimas tan poderosas que eliminan la necesidad de temperaturas elevadas, presiones altas o sustancias ácidas utilizadas actualmente para obtener combustibles a partir de maíz.
Estos procedimientos son costosos y prolongados. Las bacterias de los pandas, en cambio, permitirían obtener biocombustibles en forma más rápida y más limpia, con un costo menor.
Como las termitas
Las bacterias de los osos panda podrían descomponer en forma eficiente la llamada lignocelulosa, un compuesto que da rigidez y firmeza a las paredes celulares de las plantas, pero que dificulta enormemente la extracción de los azúcares para la producción de biocombustibles.
Los científicos sabían desde hace mucho tiempo que los pandas, al igual que las termitas y el ganado, tienen bacterias en su sistema digestivo que les permiten descomponer la celulosa.
El bambú es el 99% del alimento de los osos panda silvestres y se estima que un adulto puede consumir entre 10 y 20 kilos por día.
El estudio de esas bacterias sólo comenzó a profundizarse, sin embargo, a partir del interés en los biocombustibles.
Brown y sus colegas recogieron y analizaron durante un año muestras de excrementos de una pareja de pandas en el Zoológico de Memphis.
Los científicos identificaron varios tipos de bacterias en las heces, incluyendo algunas similares a las halladas en termitas, reconocidas por su capacidad de digerir madera.
"Lección sobre biodiversidad"
Los investigadores de la Universidad Estatal de Mississipi están trabajando ahora en la identificación de cada una de las bacterias, con el objetivo de aislar las enzimas más eficientes.
Brown señaló que en un futuro podría utilizarse ingeniería genética para introducir genes en levaduras que producirían las enzimas necesarias en cantidades industriales.
"El descubrimiento también nos da una lección sobre la importancia de la biodiversidad y de la preservación de los animales en peligro de extinción", agregó la investigadora. Se estima que hay menos de 2.500 pandas en su ambiente natural y unos 200 en cautiverio.
"Los animales y las plantas son una fuente fundamental de medicinas y otros productos de los que dependen los seres humanos", dijo Brown.
"Si los perdemos, esa fuente potencial desaparecerá para siempre".
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