La Paz, 21 (ANSA) - Los habitantes de dos regiones del altiplano de Bolivia reanudarán mañana sus protestas tras rechazar reunirse con los ministros de Evo Morales porque "no hicieron nada" para resolver su conflicto de límites.
La gente de Potosí, principal región minera en el sur del país, comenzará mañana un paro de 24 horas que se ampliará paulatinamente hasta llegar a la huelga indefinida, tal como ocurrió en julio del año pasado cuando el paro duró 19 días.
Sus vecinos de Oruro, que la semana pasada hicieron ya un paro y bloquearon caminos durante tres días aislando a La Paz del resto del país, anunciaron también que irán a la huelga general, aunque definirán recién desde cuándo.
Ambos departamentos están enfrentados porque los campesinos de sus municipios de Coroma (Potosí) y Quillacas (Oruro), de origen quechua, están en conflicto por la posesión de un yacimiento de piedra caliza.
El conflicto "data de muchos siglos" según el alcalde de Quillacas, René Paca, pero el problema se agudizó "en estos tiempos por el interés económico" que despertó el gobierno en el 2010 cuando anunció la instalación de una fábrica de cemento en la región.
En declaraciones a ANSA, el alcalde Paca reconoció que "hay también el tema de la producción de quinua, que está bien cotizada" y cuyo precio por quintal de 50 kilos pasó de 50 a 1.500 bolivianos (6,50 a 210 dólares) en los últimos diez años.
Esteban Luna Mamani, "curaca" mayor de Coroma, le dijo a ANSA: "estamos susceptibles en cuanto a nuestros límites. Nos extraña que no se quieran respetar. Lamentablemente, no se están respetando las notas cartográficas".
Esa región está a 450 kilómetros al sur de La Paz, en medio de canteras y cerros que protegen un pequeño valle fértil para el cultivo de quinua, un cereal típico de la región andina.
Para llegar al yacimiento de caliza del cerro Pahua que se usaría para producir cemento, un enviado de ANSA hizo un viaje de 90 kilómetros desde Sevaruyo, cruzando senderos de tierra y arena a través de sembradíos de quínua, bofedales y arenales.
Sevaruyo es el pueblo "más importante" cerca de Coroma y Quillacas y su principal edificio es una pequeña estación ferroviaria abandonada, de calles de tierra y sin alumbrado público.
Los dirigentes cívicos de Oruro y Potosí rechazaron una convocatoria a reunirse del ministro de la presidencia, Carlos Romero, alegando que "esas reuniones son infructuosas" y dijeron que sólo se reunirían con el presidente Morales. El ministro Romero declaró que el presidente "no está en la posibilidad de resolver este conflicto", por lo que las dos regiones deben negociar directamente con mediación del gobierno e incluso de observadores externos.
Según el presidente Morales, "el problema viene de antes. Durante la colonia todavía se respetaban los territorios indígenas. Pero con la fundación de la República los han dividido. Ahora nosotros tenemos que resolver".
Pero Celestino Condori, principal dirigente cívico de Potosí, dijo que el paro de mañana será porque "no se avanzó nada" para promulgar una "ley corta" que resuelva el conflicto y porque el gobierno "incumplió" otros compromisos que asumió hace 15 meses.
La gente de Potosí exige poner en actividad la fundición de minerales de Karachipampa, paralizada desde que terminó su construcción hace más de 30 años, ampliar el aeropuerto local para vuelos internacionales y algunos proyectos viales.
Su colega Sonia Saavedra, principal dirigente de Oruro, coincidió: "no tenemos nada que tratar con los ministros porque no se llegó a nada" y anunció que entrarán en una huelga indefinida" para que se apruebe una "Ley de Unidades Territoriales". ACZ
Nota : Ansa Latina
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noviembre 22, 2011
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