CIEN AÑOS DE UN HÉROE


CARMELO CUÉLLAR JIMÉNEZ

(26 de Diciembre de 1911 – 26 de Diciembre de 2011)


El héroe nacional Carmelo Cuéllar Jiménez fue actor de brillantes epopeyas EN LA GUERRA DEL CHACO y debió ser muy grande su acción porque, de entre 50.000 combatientes, salió victorioso, reconocido por los dos ejércitos en lucha. Su nombre aparece aureolado por la leyenda. Y cuando la metralla estremecía los ardientes arenales del sudeste, enfrentaba con el pecho descubierto al enemigo.  Intrépido retador de la muerte, solo comparado con Germán Busch Becerra, atropellaba la maraña hostil de las pampas y montes con su sangre guerrera en permanente ebullición.  Por el Chaco Boreal, los andares del criollo Carmelo fueron épicos. Se hicieron eco de ellos sus fieles seguidores, la oficialidad en campaña, el propio enemigo deslumbrado por la bravura; todos hablaron de aquellos andares en el vivaque  a los combatientes que se tomaban un respiro a la tibia luz de la luna.  Hablaron de aquellas hazañas en los cuarteles en los que se debatía sobre la guerra.  Hablaron de hombría, allí donde se tomaba la medida del coraje de cada soldado.


Jesús Carmelo Cuellar Jiménez, nació en la ciudad de Magdalena, Provincia Iténez del Departamento del Beni el 26 de Diciembre de 1911.  Sus padres fueron Gonzalo Cuéllar Bravo y doña Virginia Jiménez Ortega de Cuéllar Bravo. Carmelo fue el menor de seis hermanos; Gonzalo, Ernesto, Pastora, Virginia y Carmen.

A la edad de seis años, quedó huérfano de padre y madre, lo que obligó a sus familiares a trasladarlo a la ciudad de Santa Cruz de la Sierra a los ocho años de edad, el traslado fue aprovechando un arreo de ganado desde Magdalena. Ahí Carmelo ingresó a estudiar las primeras letras en el seminario No.1 "Monseñor Santisteban", luego ingresó al Colegio Nacional "Florida" a continuar sus estudios de instrucción media, hasta el cuarto curso, recuerda entres sus compañeros a Eustacio Chávez, Wolfango Montes, Dr. Urenda Peinado, Simón Melean, Gemán Gabriel, Teodoro Amelunge, Carmelo Arias Ortiz, Percy Boland R., Crisantos Morales, Rubén Medina, Romelio Antunez, Enrique Balcazar B. entre otros. Interrumpió su formación para trabajar en la casa Seller, por espacio de un año.

El servicio militar y la guerra del chaco

Luego de haber trabajado como ayudante de perforista en la Stándard Oil,, empresa transnacional petrolera instalada en la región de Cordillera, sin cumplir aún19 años se presentó a prestar el servicio militar en el Regimiento "Loa 4 de Infantería" con asiento en San Antonio de Villamontes el 10 de diciembre de 1930, siendo su comandante el entonces Tcnl. Enrique Peñaranda y cuyo segundo comandante era el Tcnl. Agustín Gironas. Desde ese contacto con el Chaco, cambió su vida.

Fue instruido y especializado en el manejo de las armas de fuego y en armas punzo cortante.      Fue destinado a la cuarta compañía (de cañones, metralladoras pesadas Colt con sección de acompañamiento de 2 cañones krupp de encendido a chispa, sobrantes de la guerra Franco – Prusiana), cuya comandante era el Cap. José N. Urcullo, y los Comandante de Sección eran los Tenientes Desiderio Rocha, Victor Eduardo y los Subtenientes Rafael Indaburo Gonzalez, Elías Aliaga y Antonio Alvarez.

Luego de cuatro meses de instrucción intensa, agotadora y pasada la revista individual en la cual se destaco con creces, la cuarta compañía y el regimiento "Loa 4 de infantería" marcho al chaco central, el 15 de abril de 1931.              La marcha se la hizo a pie con los 12 kilos reglamentarios de peso en la mochila (la 4ta compañía llevaba sus mulos de carga para transportar el equipo pesado de ametralladoras y cañones)

El Regimiento Loa 4 de Infantería hizo la travesía de toda la jurisdicción asignada a la 4ª División (con asiento en Muñoz y cuyo comandante era el Cnl Francisco Peña) en 15 días, pasando por D' Orbigny, Ballivián, Linares, Esteros de Patiño, Muñoz, Saavedra, Alihuatá, Arce y Fernandez.

En Fernandez, se incorporó el Capitán Victor Ustarez "Charata" y de ahí abriendo picada y tendiendo línea telefónica sobre postes de cuchi, quebracho o urunday, se llegó a una aguada grande llena de hermosos patujusales.(planta acuática muy parecida por sus hoja al plátano pero fina y delgada, que los chaqueños llaman platanillos).              Allí el Capitán Ustarez fundo el Fortín Platanillos distante a 45 kms. De Fernandez que luego sería el asiento tradicional del ya meritorio Regimiento Loa 4 de Infantería.

Cumpliendo instrucciones superiores el Regimiento "Loa" siguió su marcha hacia el oriente, buscando empalmar con las tropas que venía del lado de la 3ra División, desde Roboré, en busca del "Gran Lago", con lo que se pretendía cerrar el circuito de enlace entre la 4ª y 3ra divisiones.

Desde el mes de mayo de 1931, hasta el mismo día 15 de mayo de 1932 que el Mayor Oscar Moscoso Gutierrez llegó con su destacamento a ocupar el "Gran Lago", (que el bautizó con "Laguna Chuquisaca"); y que los paraguayos hacía más de dos años tenían ocupado con el nombre de "Pitiantuta" donde fundaron el Fortín "Carlos Antonio López". Hasta el mismo día del nombrado 15 de mayo de 1932, Carmelo Cuéllar Jiménez era ya un montaraz, conocedor al dedillo de todo el territorio afincado, una veces a órdenes del Capitán Ustarez y otras a órdenes del Capitán Bernardo Cesar Murillo.  Tuvo entre sus instructores al Teniente Victor Eduardo, al Teniente Indaburo Gonzalez, al Subteniente Antonio Arevalo Lacerna entre otros.  Siempre en el Regimiento Loa 4 de Infantería.

Antes del inicio de la infausta guerra del chaco Carmelo Cuéllar Jimenez participó en la fundación además del fortín platanillos, de los fortines Jayucubás, Bolivar 1ro, Bolivar 2do, Fortín Loa 4, Camacho (que luego sería asiento del Comando del regimiento), Huatojiat, Cañada Cristina, Masamaclay, tres islas y al final Mariscal Santa Cruz (fundado por el Mayor Moscoso"; a la orilla oriental del "Gran Lago").

Fortín Camacho, como lo menciona Carmelo Cuéllar Jiménez  "Fortín hermosos e inolvidable, amasado con el sudor y las manos callosas de los valientes intrépidos soldados bolivianos del Loa entre los que el  se incluía; es hoy la airosa capital del chaco paraguayo llamada Villa Mariscal Estigarribia".

Prácticamente fue la llegada de Moscoso al "Gran Lago" el 15 de junio de 1932, lo que precipitó la guerra.   El 29 de junio de ese fatídico año de 1932, cae en el puesto adelantado el Subteniente Antonio Arévalo Lacerna y el 15 de Julio el aguerrido Capitán paraguayo Abdón Palacio, bate olímpicamente al Destacamento Moscoso, dejando mal parado al "linajudo" y ambicioso jefe que desertó abandonando a su tropa.

Y así vinieron las famosas "represalias" dispuestas por el Presidente Salamanca. Toma de Corrales, Toledo y Boquerón.         En las dos primeras batallas, vemos al dragoneante Cuéllar Jimenez, comandando la primera pieza pesada Colt, el 27 y 28 de julio de 1932 (en la toma de Corrales y Toledo) luego de estas actuaciones ascendido a Cabo, Cuéllar Jimenez arremete con valentía y audacia en los campos de la Isla Maldita prendido en su metralla en los ataques para romper el cerco de Boquerón, con el Destacamento Peñaranda.

Al mando del Teniente Coronel Walter Mendez  "Tigre Rubio" que dirigía el "6 de caballería" hombre simpático sereno, valiente y cumplido guerrero y con los escuadrones de Germán Busch, Viera, Castrillo (que conquisto el heroísmo muriendo al inicio de la lucha) y el ya establecido Escuadrón Divisionario Nro 7 denominado Carmelo Cuéllar Jimenez, atacan sin parar, sin piedad, sin descanso y con temeridad  desde el 9 de septiembre, todo octubre y hasta el 10 de noviembre de 1932 en km. Aun sin recuperar fuerzas el 11 de noviembre del mismo año, sonó la voz del Comandante de la IV División; "Al asalto" era la orden del Cnl. Peñaranda.

El empuje fue rotundo, valeroso, dispuesto a romper el cerco de Boquerón cerrado por las fuerzas mayoritarias de Paraguay.

Se combatió dos días y dos noches de dura refriega.        El grupo de Caballería dirigido por  "El Tigre Rubio" rompió el cerco que se le había asignado con lucida bravura, sosteniendo la lluvia de artillería enemiga, pero ganando un espacio de terreno admirable.   Se avanzó con fervor y coraje de vida o muerte.   Los paraguayos perdieron mucha gente.   Allí mismo descolló Germán Busch por su serenidad frente a este su primer eslabón estratégico ante un enemigo selvático, llenando de asombro a bolivianos y paraguayos.

En la desastrosa retirada de Boquerón, la fatídica noche del 12 de noviembre Carmelo Cuéllar es herido levemente en la pierna derecha, en la retirada en Yujra se encuentra y conoce personalmente a German Busch Becerra con quien mantuvo una apretada amistad, fue posteriormente padrino de una de sus hijas.

Es en las derrotas  cuando se mide la calidad y el temple de los valientes.       Y fue durante ese tiempo donde Carmelo Cuéllar Jimenez nuevamente es ascendido en pleno campo de batalla.

Desde aquel encuentro Busch y el Cnl, Enrique Peñaranda dirigen a Carmelo Cuéllar.   Debido a su actuación en la Isla del Diablo, es precisamente Busch quien pide el ascenso al grado de Sargento primero.  Vino el amanecer del día 13 de noviembre.  Se dio descanso y retiro voluntario para todo el Regimiento Loa.

A partir de ahí las hazañas de Carmelo Cuéllar Jimenez con su escuadrón divisionario Nro 7 se hicieron interminables como temibles hasta la conclusión de la guerra.

Su nombre aparece aureolado por la leyenda, es cuando se habla de episodios sangrientos y salvajes de la guerra del chaco. Es cuando nace la leyenda del bravo soldado beniano cuando la metralla estremecía los ardientes arenales del sudeste, enfrentando con el pecho descubierto al enemigo.                Intrépido, retador de la muerte, atropellaba la maraña hostil del chaco montes, con su sangre guerrera en permanente ebullición, lo acompañaba su fervor patriótico, el amor a su tierra y por su puesto su carácter rebelde, fuerte, temperamental e indomable.

Los andares del criollo Carmelo Cuéllar Jimenez fueron épicos, se hicieron eco de ellos sus fieles seguidores, la oficialidad en campaña, el propio enemigo deslumbrado por la bravura hablaron de aquellos andares primero en el viva que los combatientes que se tomaban un respiro a la tibia luz de la luna.                Hablaban  de aquellas hazañas en el campo intrépido del chaco y en  los cuarteles en que se vivía la fajina de la guerra, infringiendo miedo y temor.

Carmelo Cuéllar Jiménez mozo fornido y de agallas descendientes de linajudos  hogares orientales en que se hacia un culto del civismo, aparecía permanentemente como el autor de las más increíbles acciones de guerra que no estaban incluso registradas en la formación militar, su ingenio en sus celebres incursiones de cuatrerajes, en picadas que barrian las metrallas enemigas, consumo misiones inimaginables, supliendo la inferioridad de sus armas y sus fuerzas con coraje y audacia.

Estuvo Carmelo Cuéllar Jimenez con los dientes apretados, con la bayoneta calada, con los nervios jóvenes en tensión, motivando y protegiendo siempre a sus soldados y superiores, haciendo respetar a su patria, inscribiendo su nombre como el héroe más representantito en acción que tuvo Bolivia, sin desmerecer la bravura y valentía de todos los soldados bolivianos que cayeron y sobrevivieron considerados también como héroes nacionales.

Este bravo soldado beniano, actuó desde el inicio hasta la conclusión de la guerra desde pequeñas hasta grandes acciones en innumerables batallas, destacándose siempre por su temeridad y obteniendo citaciones, ascensos y condecoraciones.

Como el decía "Yo no fui a la guerra……….yo ya estaba ahí".
Como se ha mencionado anteriormente, la explosión de la guerra lo encontró prestando su servicio militar en las candentes arenas del chaco, con el conocimiento del terreno y la preparación militar, situación ventajosa que le permitió posteriormente destacarse con su coraje legendario, comandar el famoso Escuadrón Divisionario Cuéllar de caballería, luciendo su estrella de subteniente de línea.

El Escuadrón Divisionario Nro 7 se exalta de entusiasmo patriótico. Carmelo Cuéllar Jimenez se convierte en motivador y consolador de sus camaradas y soldados luego de cada hazaña, se convierte en ejemplo de admiración e incita a pelear por el heroísmo sin límites para  su país.

En efecto para todos son sus primeros combates, y eso acarrea miedo, temor, inseguridad, sin embargo Carmelo Cuéllar transmite fervor y los motiva a pelear por su patria, por su tierra, por la defensa de su fortín, sus soldados se convencen que están peleando por su vida.

Este fervor lo anima Carmelo Cuéllar Jiménez, quien posteriormente fuera conocido como  el capitán  famoso de los "cuatreros" del Chaco.   Como el sus soldados se convierten en hombres aguerridos, aventurados a todo peligro. Su nombre es vitoreado al inicio y al finalizar cada contienda, su Escuadrón recibe refuerzos que inmediatamente son instruidos y luego incorporados a la línea de fuego.

Carmelo Cuéllar toca la guitarra, acompañando sus canciones entre melancólicas e irónicas y pueden oírlo cantar rodeado de sus soldados alegres y valerosos, se muestra casi como un soldado raso y ya no lo es y aparece despreocupado, alegre en extremo, ajeno aparentemente a su gran responsabilidad. Pero, actuando con sus soldados, vuelve a ser el temible guerrero del Chaco, y ¡ésta es la mejor imagen! del héroe que despierta pasión, coraje y patriotismo.

Las jornadas son intensas y sin tregua, con el sus soldados  se hallan consumando  victorias improvisadas, con armas y pertrechos conseguidos a brazo partido.

Interminables será la relación de las memorables hazañas de este cuatrero que venció a la muerte, al extremo que el ejercito paraguayo ofreció recompensa por su cabeza, se recuerda con pesar que a un valiente soldado boliviano de apellido Cuéllar fue atrapado y ejecutado sin piedad, confundiéndolo con Carmelo, desatándose en ese batallón una verdadera fiesta y obteniendo como respuesta por parte del Escuadrón Cuéllar la correspondiente reciprocidad bélica.

Al finalizar la contienda, en un acto especial el ejercito paraguayo como muestra de hidalguía y de reconocimiento le hizo entrega de un lienzo que dice "Si en su. Patria olvida los méritos ganados por usted en la guerra del chaco, el Paraguay, noble enemigo de ayer, no lo olvidará jamás" distinción que perdurará en el tiempo y en la historia.    En el año 1958 el Presidente paraguayo Alfredo Strossner Matiauna pidió a la visita oficial boliviana incorporar al Senador Cuéllar Jimenez para conocerlo personalmente y refrendar el reconocimiento que se le hizo en el chaco.  El año 1996 el Presidente Juan Carlos Wasmosy del Paraguay en visita oficial a Bolivia, solicita a la Cancillería boliviana  incorporar en su agenda un encuentro con Carmelo Cuéllar Jimenez.  Dado su estado de salud y ante la imposibilidad de hacerlo en La Paz se traslada a Santa Cruz de la Sierra y en el Hotel Los Tajibos se produce el encuentro del reconocimiento hidalgo al valor y al patriotismo, que le tributo el Paraguay.

Concluida la guerra del chaco y el cese de hostilidades, siguió la carrera militar en la que sobresalió con honores.  Incursionó en la política como fundador del Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), partido al que milito con devoción y entrega,  fue exilado a la Argentina y Uruguay, retorno a Bolivia el año 1952 ocupando diferentes cargos públicos entre ellos Senador de la Republica por el Beni y Embajador en el Ecuador.

Derrocado el Dr. Víctor Paz Estensoro y cumplida su misión diplomática, regresa a refugiarse a su Magdalena natal el año 1965 hasta el año 1969, la fiebre hemorragia de esa región obliga a trasladarse a San Ignacio de Moxos, donde permanece hasta el año 1974.

Decide instalarse en Trinidad en el año 1974, donde vive una vida muy modesta y humilde junto a su familia integrada por su esposa y sus 4 hijos menores, desarrolla un sin fin de actividades literarias, culturales, religiosas y sociales entre las que se destacan el Ciclo de Conferencias sobre la Guerra del Chaco de 1975, fue Presidente de la Asociación de Periodistas  del Beni, en dos periodos; Presidente del Ateneo Cultural "Sache-Moxos" (Sol de Moxos); Columnista del Diario "La Razón " de Trinidad y  colaborador de otros órganos  de prensa nacional, con el seudónimo de "DON PROSPERO", fue socio activo de la  Casa de la Cultura del Beni, Director del Departamento de cultura de la Alcaldía de Trinidad; socio corresponsal de la Sociedad Boliviana de Santa Cruz; Laureado con el Primer  Premio "Patajú de Oro" por la Casa de la Cultura el 18 de noviembre de 1978, por haber ganado el concurso de poesía; y componente de la Galería de Hombres Notables del Beni, que luce el Salón  de Honor de la UTB y el Palacio de la Cultura de Guayaramerín.

En el crepúsculo de su vida, participó activamente a nivel departamental en la retoma de la democracia en Bolivia.  Fue perseguido políticamente por los gobiernos de dictadura de turno, sin embargo mantuvo sus postulados hasta el final.     Su último cargo público fue de Prefecto del Departamento del Beni el año 1985, concluyendo de esta manera una carrera militar, política, histórica y cultural como muy pocos hombres en Bolivia la han recorrido.
Luego se retiró de la actividad pública; sus últimos años la pasó en la tierra de sus padres, Santa Cruz de la Sierra, en la cual desarrollo múltiples actividades sociales, religiosas, culturales, incluso políticas y de ocio, entre la que se destaca la bendición que recibió del propio Papa Juan Pablo II el año 1988 en ocasión que el santo padre visito Bolivia, estuvo entre las personalidades que recibieron la comunión.           Murió el 12 de enero de 1999 poco después de haber festejado con algarabía y alegría su cumpleaños número 87, rodeado de sus familiares y amigos; satisfecho de haber contribuido modestamente a su patria y haber participado positivamente de manera activa en los acontecimientos más importantes de la historia boliviana en su último siglo. La Guerra del Chaco, la Guerra Civil del año 1949, el sexenio, la Revolución del 52 y la recuperación de la democracia el año 1982, entre otros hechos destacados del siglo XX, su actuación protagónica en la historia de Bolivia lo catalogan como uno de los ciudadanos más activo y destacados.                En si estamos hablando de un hombre completo, íntegro y amante de la democracia….de la libertad.




3 Comentarios

David Henrry Ticona ha dicho que…
Fascinante!! gracias!!

Atte.
David Henrry Ticona
Unknown ha dicho que…
Quienes conocimos al Crnl. Carmelo Cuéllar, damos fe que fue más que un Heroe. Era padre, esposo, un hombre sencillo, inteligente, valiente sin par. Para la historia, obtuvo una medalla más que Germán Busch, por haber permanecido toda la guerra del Chaco en el frente de batalla. Y, el lienso, era un pergamino, entregado por nada más que el Mariscal Estigarribia, del ejercito Paraguayo. Gloria al Heroe Boliviano....Dios lo Guarde.
Guillermo Cuéllar Oripa. ha dicho que…
Un orgullo para todo beniano y boliviano.
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