Una de las funciones que el buscador de Google ofrece desde hace bastante tiempo, y que encuentro bastante útil, es la función de autocompletar los términos de búsqueda mientras los estamos introduciendo. Esta función, junto a Google Instant, nos permite ahorrar tiempo en nuestras búsquedas y afinar mucho más los términos que estamos usando para buscar pero, sin embargo, hay veces que la función de autocompletar puede jugar malas pasadas y llevarnos a términos excesivamente bizarros. En Japón, precisamente, un hombre ha denunciado a Google a raíz de la función de autocompletar los términos de búsqueda y ha conseguido que un juez ordene a la empresa de Mountain View a desactivar dicha opción en el país.
La decisión proviene de una demanda que interpuso un ciudadano japonés contra Google porque consideraba que la función de autocompletar violaba su privacidad y le perjudicaba laboralmente puesto que si introducía su nombre en el buscador aparecían los términos se autocompletaban con hasta 10.000 combinaciones de palabras lo difamaban o lo desprestigiaban. Si bien la identidad de esta persona permanece en el anonimato y es su abogado el que ejerce de portavoz con los medios, sí que ha trascendido que al nombre del demandante se asocian términos relacionados con delitos y, por tanto, las páginas de resultados que se mostrarían estarían relacionadas con noticias y comentarios alrededor de unos delitos que otra persona con su mismo nombre habría cometido.
El caso, vinculado con el derecho al olvido que ya le ha dado a Google algún que otro quebradero de cabeza, toma como base el hecho de que esta persona ha perdido su empleo y le está siendo muy difícil encontrar uno nuevo:
Podría conducir a daños irreparables como la pérdida del trabajo o la quiebra con sólo mostrar los resultados de búsqueda que constituyen difamación o una violación de la privacidad de una persona física o empresas pequeñas y medianas empresas
Tras haber contactado con Google en varias ocasiones pidiendo una rectificación en los resultados, la compañía alegó que el procesamiento de los datos se realizaba en Mountain View y, por tanto, no estaban sujetos a la leyes vigentes en Japón; de ahí haber emprendido acciones legales que han derivado en la suspensión del servicio en el país en una decisión tomada el pasado lunes pero que, hasta ahora, Google no ha hecho efectiva alegando que está fuera de la jurisdicción de Japón.
Google, por ahora, no he realizado comentario alguno sobre este hecho pero el abogado del demandante está estudiando la posibilidad de articular una demanda por daños y perjuicios contra Google para así presionar a los de Mountain View para que ejecuten el mandamiento judicial de suspensión del servicio de autocompletar en Japón.
El caso es bastante curioso puesto que, hasta la fecha, los casos que conocíamos sí tocaban de lleno a los perjudicados (multas, embargos, etc) pero, en esta ocasión, el demandante es víctima de un daño colateral del propio proceso de inexación del buscador de Google puesto que se llama igual que otra persona que sí que ha generado “ríos de tinta virtual”. ¿Corregirá Google este hecho? ¿Llegará a suspender el servicio en Japón? Quizás podría llegarse a una situación intermedia porque la función de autocompletar, a veces, sugiere cosas muy extrañas o que rozan el mal gusto (de hecho hay hasta páginas que recogen este tipo de combinaciones bizarras).
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