Cada tarijeño "debería" pagar Bs 2.416 para saldar la deuda de la Gobernación

 Algunas deudas contraídas vienen desde el año 1999. La mayor parte de los créditos se contrataron entre 2016 y 2020 para financiar los compromisos adquiridos durante la gestión de Lino Condori. La priorización de los proyectos que recibían la financiación necesaria la hacía la gobernación

Cada tarijeño "debería" pagar Bs 2.416 para saldar la deuda de la Gobernación
Detalle de la deuda bancaria

A 31 de diciembre de 2022 el Gobierno Departamental de Tarija arrastraba una deuda de 1.452.815.338,17 bolivianos según los documentos facilitados desde el gabinete de la Gobernación a este medio. Es decir, cada uno de los 601.214 habitantes que se estima que el departamento tiene en este momento debería erogar 2.416 bolivianos para saldar la cuenta pendiente.

Del total de 1.452 millones de bolivianos, la inmensa mayoría está en manos de los bancos, en concreto son 992.988.469 bolivianos financiados a través de esos instrumentos formales. Además, 156.618.154 bolivianos son adeudados a Setar y Emtagas; 40,6 millones se adeudan a la Agencia Estatal de Viviendas, Emagua o el Fondo Productivo y Social (FPS), 36,7 millones a las subgobernaciones; 31,5 son proyectos concurrentes con los Gobiernos Municipales; 24,9 millones las secretarías departamentales y 16 a las Unidades desconcentradas.

Además, hay 153.189.846,94 pendientes de la resolución de los procesos contenciosos interpuestos por las discrepancias entre los contratantes y los contratistas que finalmente acabaron en resoluciones de contrato.

La deuda es más del doble de los ingresos previstos por regalías en este año 2023 en el Gobierno Autónomo Departamental, aunque se considera en márgenes razonables ya que la mayoría de las deudas están contraídas en plazos de entre 10 y 15 años. Los expertos recuerdan que es a través del endeudamiento como se logra avanzar en el desarrollo regional.

La deuda bancaria

La mayor parte de la deuda del Gobierno Autónomo Departamental de Tarija es bancaria. De ella, cuatro créditos fueron contratados en la época pre - autonómica:

-        De 1999 data el crédito 725 del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) que se elevó a 57 millones de bolivianos, del que ya se han pagado 68 sumando intereses y del que aún quedan 3,5 y que fue destinado al pago del sistema de agua y alcantarillo sanitario de Tarija.

-        De agosto de 2003 data el crédito 1116 también del BID que se elevó a 12,8 millones de bolivianos, del que se han pagado 7,2 con intereses y del que aún quedan 8,7 millones. Este fue empleado en la reanudación de los servicios de agua tras el incendio de la Reserva de Sama de ese año.

-        Además, de marzo de 2004 data el crédito 100847 del Fondo Nacional de Desarrollo Regional (FNDR) que se elevó a 26,9 millones de bolivianos, de los que se han pagado 30 con intereses y del que aún quedan 8,6 y que se destinó al pago del sistema de agua potable y alcantarillado de Bermejo.

-        Por último, en diciembre de 2004 se contrató un crédito con la entidad norteamericana Eximbank que se elevó hasta los 36 millones de bolivianos y de los que se han pagado ya 38 con intereses y de los que quedan 7,8 millones.

Después de 2004 Bolivia entró en una nueva dinámica de crecimiento gracias en gran parte al gas que emanaba desde las profundidades de Tarija, por lo que los recursos por regalías se dispararon y las mecánicas de contratación también. Así, no se registran nuevas deudas contratadas hasta 2016, en la gestión de Adrián Oliva, pero que esencialmente se contrataron para pagar los compromisos adquiridos por el gobernador interino Lino Condori en el periodo anterior así como de su antecesor, Mario Cossío. Se estima que a finales de 2014 había un total de 18.000 millones de bolivianos contratados en obra en base a las disponibilidades presupuestarias certificadas por el Ministerio de Economía que en 2015 se convirtieron en papel mojado con la caída del barril de petróleo registrado entre 2014 – cuando sobrepasaba los 100 dólares – y enero de 2016 – cuando se quedó en 30.

Todos los créditos contratados en esta época han sido para pagar a su vez un conjunto de proyectos, es decir, no han sido créditos finalistas. En esas, priorizar qué proyectos se financiaban por alguno de los métodos ofrecidos por el gobierno – principalmente fideicomisos del FNDR – o por créditos privados fueron una cuestión discrecional decidida por los ejecutivos de la Gobernación.

Fideicomisos

El primero de los créditos contratados data de junio de 2016 - 101236 - y se trata de un fideicomiso dispuesto por el gobierno para pagar las contrapartes locales de proyectos que ellos mismos estaban ejecutando. Es decir, se aseguraban cumplir con lo suyo.  En total fueron 249 millones de bolivianos de los que se han pagado, con intereses, 73 y quedan 184,8 a diciembre de 2022.

Las contrapartes pagadas con estos fondos son los siguientes:

-        46,4 millones para la primera fase de la construcción de la presa Sella – Rumicancha con Emagua.

-        44,8 millones para la construcción y equipamiento del oncológico con la UPRE.

-        33 millones del programa Mi Riego pronarec II con el FPS.

-        32,7 millones del programa de agua potable y alcantarillado Guadalquivir con Emagua

-        24,9 millones de la construcción del Hospital de 3º nivel del Gran Chaco.

-        18,2 millones del estadio departamental guadalupano con la UPRE.

-        12,6 millones del estadio provincial de Yacuiba fase II del GAR Chaco

-        12,5 millones de la presa Caiguami Chimeo en Villa Montes con Emagua

-        12 millones del estadio Municipal de Uriondo – El Tonel – con la UPRE.

-        10 millones del embalse de Itavicua con Emagua para el GAR Chaco

-        1,1 millones para acabar el Mi agua 2 con el GAR Chaco

-        0,4 milones para acabar el Mi riego pronarec II del GAR Chaco.

En noviembre de 2017 se contratan dos créditos con similar formato. Uno para la Fase II del proyecto San Jacinto con 158 millones de bolivianos de los que se ha pagado 1,4 y quedan pendientes 157 y el fideicomiso 101375 del FNDR con el que se pagaron  proyectos de las subgobernaciones, principalmente de Bermejo, Uriondo y O’Connor, por entonces férreos opositores, además de obras del Sedeca como el asfaltado Iscayachi – Tojo – Carretas.

El 9 de noviembre de 2018 se firma el fideicomiso 101467 gestionado con el FNDR ascendió a 59,5 millones de bolivianos de los que se han devuelto 8,1 con intereses y quedan pendientes 54,8. Con estos recursos se han financiado 29 proyectos de las subgobernaciones, entre los que destacan los 9,4 millones destinados al sistema de riego Guadalquivir – Cenavit – Calamuchita, los 7,2 a la electrificación de El Puente o los 5,6 para la infraestructura turística de Padcaya.

El 19 de septiembre de 2019 se firma el fideicomiso 101527 por 101 millones de bolivianos, de los que se han pagado con intereses 7,7 y queda un saldo pendiente superior a 95 millones. En esta ocasión se destina únicamente a cuatro proyectos: 57 millones de nuevo para la presa Rumicancha en su fase I, contraparte con Emagua; 30 para el programa de agua potable y alcantarillado Guadalquivir, también de Emagua; 7,9 millones para el Oncológico de Tarija y 5 millones para el Estadio Departamental Guadalupano.

El último fideicomiso firmado el equipo de Adrián Oliva fue la con la gestión de Jeanine Áñez el 3 de marzo de 2020. El monto se elevó a 179 millones de bolivianos, de los que se han pagado 13,5 millones con intereses y se deben 170. En él se inscribieron un total de 29 proyectos entre los que vuelven a destacar los 32 millones para el sistema de riego Guadaquivir – Cenavit – Calamuchita y 22 para la Puerta del Chaco – Canaletas.

2018, la banca privada

Ante las estrecheces económicas y el limitado acceso a recursos del Gobierno Central, se logró autorización para gestionar dos créditos con la banca privada en 2018.

El 9 de marzo se firmó con el Banco Unión un crédito comercial de 66 millones de bolivianos de los que ya se han pagado 26,7 con intereses y queda pendiente 48,9. Los recursos se han destinado a 8 proyectos, entre los que destacan los 17,6 millones destinados a la Piscina Olímpica, los 10,6 al equipamiento del Hospital San Juan de Dios  o los 10 millones destinados al asfaltado de la ruta La Choza – San Isidro.

El 17 de abril se firmó un crédito con el Banco Bisa por 99,6 millones de bolivianos de los que ya se han pagado, con intereses, 63,6 y quedan pendientes 56,5. Con estos recursos se financiaron 35 millones de bolivianos del camino Puerta del Chaco – Canaletas (más conocido como Condorvía); 25 millones del tramo Choere – Palos Blancos en O´Connor y otros 20 proyectos de los Gobiernos Municipales.

2022, con moderación

En el año 2022, ya en la gestión del Gobernador Oscar Montes, se ha retomado la senda del endeudamiento ante las urgencias y amenazas del gobierno central.

En concreto, se ha contratado un crédito con la banca privada, el Banco Bisa, por 122 millones de los que ya se han pagado 4,5 con intereses y quedan pendientes 119, cuyo objetivo es el de financiar el interconectado de Bermejo al sistema nacional, una obra comprometida con Ende en la gestión de Lino Condori, que no se ha hecho efectiva hasta 2022 y que se acabará pagando con recursos departamentales, pues ENDE amenazó con congelar las cuentas de la Gobernación.

Además, se ha contratado un nuevo fideicomiso con el FNDR, el 101669, de 5 millones para proyectos de alcantarillado y riego.

Fuente : El Pais


0 Comentarios

Publicar un comentario
Noticias Similares : ×