La lucha contra el narcotráfico en Bolivia se hace con aviones prestados de Estados Unidos y con escasos recursos nacionales. Y, ahora, que se habla de un crecimiento de esta actividad ilícita en el país, el gobierno de Evo Morales ha anunciado que pondrá en marcha un "escudo aéreo" con aviones y helicópteros propios.
"Tenemos todavía una debilidad en la lucha contra el narcotráfico, es la falta de una mayor presencia aérea en todo nuestro espacio, que es muy grande. Entonces queremos crear todo un escudo de protección aérea para atacar frontalmente el narcotráfico, que usa vías aéreas de nuestro extenso territorio", dijo el vicepresidente del país, Álvaro García Linera.
De no tener ni un solo avión para luchar contra los narcos, a instalar un escudo aéreo, hay un largo trecho y, según el analista en temas militares, Samuel Montaño, es un objetivo difícil de cumplir sólo con la compra de los aviones K-8 y con los helicópteros anunciados por el gobierno.
El vicepresidente explicó que para cumplir el objetivo se comprarán seis aviones K-8 de procedencia china; cuatro o seis helicópteros MI-17 de Rusia, y posiblemente, otros seis helicópteros surcoreanos. Además, Bolivia espera la donación de Brasil de cuatro helicópteros BELL.
Aviones de entrenamiento
Montaño explica a BBC Mundo que los K-8 de procedencia china son aviones de entrenamiento y cuando se usan para actividades tácticas y operativas presentan limitaciones. Y los helicópteros sirven para trasladar personal y equipo de un punto a otro, pero no así para interceptar aeronaves ilegales.
El analista considera que lo más importante para establecer un "escudo aéreo" es instalar un sistema de radares para detectar a las aeronaves clandestinas, tal como lo hacen Brasil y Perú, que pueden operar en el Amazonas de ambos países, sin importar las fronteras.
"Lo que debería hacer es tratar de implementar el escudo con los gobiernos de Brasil y Perú y llegar a un acuerdo con el gobierno de Estados Unidos. EE.UU. haría los esfuerzos de implementar el sistema con tal de perseguir a los narcos", dice Montaño.
Montaño considera que los aviones de la República Checa que en principio pretendía comprar Bolivia son más apropiados, pero recuerda que Estados Unidos vetó esa compra porque la tecnología le pertenecía.
Aplausos por "la promesa"
En cambio, el jefe de la fuerza antidroga, coronel Félix Molina, quien suele reclamar por la escasez de recursos para luchar contra los narcos, expresó su satisfacción por "la promesa".
"Yo aplaudo, admiro que (el vicepresidente) haya hecho esa declaración por lo menos así, aunque aún no se haya hecho realidad la promesa", dijo a BBC Mundo.
"Estamos advirtiendo que si no tomamos medidas más serias, a mí me está preocupando (la actividad del narcotráfico)", señaló Molina.
De hecho, la escasez de recursos queda demostrada si se toma en cuenta que los narcos se mueven en avionetas y en pistas clandestinas que Bolivia logra interceptar sólo cuando se accidentan o se averían.
En los últimos días, dos avionetas fueron secuestradas por la fuerza antidroga en la región de San Ramón, en Santa Cruz. Una fue hallada porque estaba averiada y otra porque llegó con refuerzos.
"La Policía boliviana es de las pocas que no tiene naves, ni helicópteros, ni nada", expresa Molina.
Los aviones prestados
Las hojas de coca (base para la producción de cocaína) son consumidas diariamente por el pueblo boliviano.
Según Montaño, en materia antidroga, Bolivia sólo puede contar con 11 helicópteros prestados por Estados Unidos, además de siete aviones Hércules en la misma condición. Estas naves, sin embargo, están bajo la administración de la oficina antidrogas de la Embajada de Estados Unidos (NAS) que, pese a la suspensión de las actividades de la agencia antidroga del mismo país DEA, sigue operando en Bolivia.
El coronel Molina no quiere entrar en detalles sobre los efectos que tuvo la salida de la DEA, pero admite que "se han reducido los gastos operacionales", referidos a combustible, logística y "hasta una comida caliente".
Y, con una frase lacónica termina diciendo: "Estamos al borde, al límite. Señores, esto va a empeorar".
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