EXISTEN PRUEBAS DE QUE ALCÓCER MURIÓ DESPUÉS

Wilma Gabriel, la forense que realizó la necropsia al cuerpo del suboficial Nelson Alcócer, uno de los policías linchados en el norte de Potosí, ratificó ayer que la muerte se produjo antes del rescate de los cuatro cadáveres (4 de junio) y fue posterior al deceso de sus camaradas.
“La autopsia del cuerpo de Nelson Alcócer se efectuó el 4 de junio a las 9.30. Con el examen cadavérico externo e interno se llegó a la conclusión de una causa de muerte de un traumatismo cráneo encefálico (abierto), facial y fracturas múltiples. Con relación a los signos cadavéricos, se estima una data de muerte aproximada de tres a seis días”, afirmó ayer Gabriel.
Informó que el fallecimiento de los otros tres policías se produjo entre 10 a 12 días antes del 4 de junio (entre el 23 y 25 de mayo, fecha en la que supuestamente fueron retenidos y asesinados). La médico forense seguró que los cuerpos presentaban un estado de putrefacción avanzada con relación al cadáver de Alcócer.
Así lo demuestran fotografías y una filmación que realizaron los funcionarios forenses y del Ministerio Público durante el examen. En las imágenes, a las que La Razón tuvo acceso, se advierte que una de las manos de Alcócer estaba limpia, sin signos de descomposición, por lo cual, incluso, los forenses le tomaron las huellas digitales (ver fotografías).
En tanto, la mano de uno de sus compañeros estaba completamente diferente. La piel ya había sido desprendida del músculo en claro estado de putrefacción. “Se quiso ingresar al lugar para hacer los levantamientos, pero no se pudo. Por eso nos basamos en lo que vemos y tocamos interna y externamente”, dijo.
En el caso de Alcócer, se pudo verificar, además, que sus órganos se encontraban en un estado de mayor conservación que de sus camaradas.
Gabriel informó que los cuatro protocolos de autopsia se entregarán oficialmente a la Fiscalía General, a la Policía Boliviana y al fiscal asignado al caso, Alfredo Santos.
Ante la descalificación que hizo el Gobierno (el viceministro de Gobierno, Gustavo Torrico, incluso dio la hora de las cuatro muertes) y el Alto Mando policial al informe elaborado por Gabriel, prefirió no referirse a esas declaraciones. “Me reservo de realizar una opinión al respecto”, dijo.
El fiscal de Distrito de Potosí, Sandro Fuertes, invalidó el examen forense realizado en Oruro y anunció que en los próximos días se realizaría una nueva necropsia a los cadáveres.
El suboficial Nelson Alcócer Cazana, el cabo Esteban Alave Arias, el cabo Rubén Cruz Aruquipa y el policía Miguel Ramos Pañuni fueron retenidos el 23 de mayo por comunarios de los ayllus y posteriormente torturados y linchados. Ayer, el presidente en ejercicio Álvaro García Linera volvió a defender a los ayllus de la acusación por las muertes. “No se debe estigmatizarlos”, dijo.


Negativa de los ayllus
Un cabildo de los ayllus del norte de Potosí determinó no permitir el ingreso de la comisión de fiscales e investigadores que llegará hoy hasta Llallagua.

Policías habrían ido a Potosí sin orden fiscal
Los cuatro policías de la Dirección y Prevención de Robo de Vehículos (Diprove) de Oruro, que perdieron la vida linchados en ayllus de Uncía (Potosí), habrían salido al operativo, el domingo 23 de mayo, sin una orden fiscal.
De acuerdo con la declaración informativa del director departamental de Diprove, mayor Limberth Oporto, ante la Fiscalía y a la cual tuvo acceso La Razón, se indica que “debido a la urgencia del viaje no se avisó al fiscal adscrito (a esa unidad). Además, se trataba de un patrullaje de rutina”, dice el reporte.
Ese día, el suboficial Nelson Alcócer, quien estaba a cargo de ese grupo policial, comunicó a Oporto que había recibido un “pitazo” (información) de que en Huanuni (Oruro) y en lugares aledaños había el reporte del tránsito de vehículos indocumentados, por lo que solicitaba ir en un operativo.
Oporto manifiesta que se dio la orden para realizar el patrullaje por sólo un día (el domingo). “Los cuatro efectivos salieron en un vehículo RAV4, marca Toyota”, según el informe. Durante el domingo 23 de mayo, sus superiores no recibieron ningún reporte de ellos. El lunes, el mayor Oporto evidenció que el vehículo en el cual habían viajado los policías no estaba en el patio de Diprove, por lo que había anunciado sancionarlos a su regreso. Pero mientras pasaban las horas, no tuvieron ningún reporte suyo hasta que se anoticiaron de su desaparición y el posible linchamiento a manos de los ayllus potosinos.

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