El desastre no puede ser peor. Miles de peces muertos están regados en los ríos Grande y Piraí, flotan en las orillas y también son arrastrados por la corriente aguas abajo. Lo propio sucede en lagunas cercanas al Río Grande, como España y Seboro, donde algunos pescadores confirmaron que se ha producido también una mortandad de proporciones.
El mal olor putrefacto de pescados y tortugas en descomposición rodean el ambiente que se torna irrespirable.
Surubíes, generales, bogas y otras especies de peces con cinco, siete, diez o más kilos yacen en las orillas. Algunos ya están resecos por el sol y otros que aún se conservan casi frescos porque acaban de morir.
Para vecinos y pobladores de comunidades adyacentes a los ríos Grande y Piraí, el problema recién empieza; temen la aparición de enfermedades por la contaminación del agua y algunos creen que entre tres y cinco años habrán desaparecido los peces.
Alfredo Soria Hurtado, dueño del puesto agrícola San Jorge, indicó que es necesario declarar una veda de por lo menos un año para que nuevamente los peces comiencen a reproducirse.
El alcalde de San Pedro, Benedicto Zurita, a tiempo de lamentar el desastre, pidió a las autoridades de la Gobernación y del Gobierno Nacional coadyuven a solucionar el problema que se ha presentado, tanto para limpiar los ríos como para impulsar la reproducción de las especies.
Francisco Aguilera, responsable de Biodiversidad de la Gobernación, informó de que se ha desplegado a técnicos de esta cartera en los cuatro ríos principales de la zona norte (Río Grande, Ichilo, Piraí y Yapacaní) para evaluar la situación.
En dos días se espera recibir los primeros informes y a base de ellos se definirán las medidas pertinentes.
Por el momento y aunque la tarea de cuantificar los daños es muy difícil, se pudo corroborar que en un espacio de cuatro kilómetros se contabilizaron más de 40 mil peces recién muertos.
A su vez, Oswaldo Helmig Aponte, egresado de Biología, mencionó que si los peces comenzaron a morir desde la anterior semana, es urgente que se hagan acciones de limpieza en el río, para evitar más contaminaciones.
Helmig afirmó que generalmente los peces en ésta época fría se resguardan en los cajones de Abapó (cuenca alta del Río Grande), pero que al bajar el caudal por las pocas precipitaciones han sido afectados por las bajas temperaturas, lo que es una causa por la cual se sospecha que han muerto.
La Gobernación pidió no comprar peces en descomposición porque producen enfermedades estomacales.
En Beni hubo afectación
La mortandad de peces como consecuencia del frío polar en la Laguna Sernandes fue verificada por el director del Sistema de Alerta Temprana (SAT), Luis Phillips de Beni.
La baja temperatura en el ambiente provocó el debilitamiento, la captura y posterior muerte de miles de peces y otros animales que forman parte del ecosistema de la laguna, explicó Phillips.
Desde abril, las lagunas han perdido mucha agua, algunas quedaron con un metro y medio de profundidad. Cuando llega el ‘surazo’ el agua tiene una temperatura casi igual a la de la superficie.
Los peces tropicales viven en una temperatura media de 25 grados centígrados, pueden soportar alteraciones pero no por mucho tiempo. Con temperaturas inferiores a los 20 grados, los peces sufren hipotermia, les falta oxígeno y se reduce su capacidad de movimiento. /Radio Patujú
Testimonios
Lorgio Mercado T.Agricultor zona de Hardemann
El viernes fui a la zona de La Palizada (río Piraí) a pescar y vi el destrozo fatal de miles de peces muertos, hasta mis lágrimas se cayeron. Es posible que haya una epidemia o alguna peste por toda la contaminación que hay. Es la primera vez que sucede algo así, nunca he visto cosa semejante en mis 60 años de vida.
Alfredo Sorial H.Agricultor región de San Pedro
El río Piraí parecía una sola colcha de peces muertos, de banda a banda. Estos peces han llegado de la cuenca alta del río Grande, yo creo que se han venido huyendo de la masa de agua fría que descendía de la cordillera; ya estaban en agonía y buscaban temperaturas más elevadas para tratar de sobrevivir.
Román PintoPescador de Santa Cruz
Yo vine con mis amigos de Santa Cruz a pescar a las lagunas España y Seboro, pero ha sucedido lo que nunca nadie ha visto por estos lugares, millones de peces muertos. Toda clase de animales que vivían en el agua se han muerto, es inmensa la cantidad de pescados, millones. Han muerto tortugas y lagartos.
Nota : El Deber
Surubíes, generales, bogas y otras especies de peces con cinco, siete, diez o más kilos yacen en las orillas. Algunos ya están resecos por el sol y otros que aún se conservan casi frescos porque acaban de morir.
Para vecinos y pobladores de comunidades adyacentes a los ríos Grande y Piraí, el problema recién empieza; temen la aparición de enfermedades por la contaminación del agua y algunos creen que entre tres y cinco años habrán desaparecido los peces.
Alfredo Soria Hurtado, dueño del puesto agrícola San Jorge, indicó que es necesario declarar una veda de por lo menos un año para que nuevamente los peces comiencen a reproducirse.
El alcalde de San Pedro, Benedicto Zurita, a tiempo de lamentar el desastre, pidió a las autoridades de la Gobernación y del Gobierno Nacional coadyuven a solucionar el problema que se ha presentado, tanto para limpiar los ríos como para impulsar la reproducción de las especies.
Francisco Aguilera, responsable de Biodiversidad de la Gobernación, informó de que se ha desplegado a técnicos de esta cartera en los cuatro ríos principales de la zona norte (Río Grande, Ichilo, Piraí y Yapacaní) para evaluar la situación.
En dos días se espera recibir los primeros informes y a base de ellos se definirán las medidas pertinentes.
Por el momento y aunque la tarea de cuantificar los daños es muy difícil, se pudo corroborar que en un espacio de cuatro kilómetros se contabilizaron más de 40 mil peces recién muertos.
A su vez, Oswaldo Helmig Aponte, egresado de Biología, mencionó que si los peces comenzaron a morir desde la anterior semana, es urgente que se hagan acciones de limpieza en el río, para evitar más contaminaciones.
Helmig afirmó que generalmente los peces en ésta época fría se resguardan en los cajones de Abapó (cuenca alta del Río Grande), pero que al bajar el caudal por las pocas precipitaciones han sido afectados por las bajas temperaturas, lo que es una causa por la cual se sospecha que han muerto.
La Gobernación pidió no comprar peces en descomposición porque producen enfermedades estomacales.
En Beni hubo afectación
La mortandad de peces como consecuencia del frío polar en la Laguna Sernandes fue verificada por el director del Sistema de Alerta Temprana (SAT), Luis Phillips de Beni.
La baja temperatura en el ambiente provocó el debilitamiento, la captura y posterior muerte de miles de peces y otros animales que forman parte del ecosistema de la laguna, explicó Phillips.
Desde abril, las lagunas han perdido mucha agua, algunas quedaron con un metro y medio de profundidad. Cuando llega el ‘surazo’ el agua tiene una temperatura casi igual a la de la superficie.
Los peces tropicales viven en una temperatura media de 25 grados centígrados, pueden soportar alteraciones pero no por mucho tiempo. Con temperaturas inferiores a los 20 grados, los peces sufren hipotermia, les falta oxígeno y se reduce su capacidad de movimiento. /Radio Patujú
Testimonios
Lorgio Mercado T.Agricultor zona de Hardemann
El viernes fui a la zona de La Palizada (río Piraí) a pescar y vi el destrozo fatal de miles de peces muertos, hasta mis lágrimas se cayeron. Es posible que haya una epidemia o alguna peste por toda la contaminación que hay. Es la primera vez que sucede algo así, nunca he visto cosa semejante en mis 60 años de vida.
Alfredo Sorial H.Agricultor región de San Pedro
El río Piraí parecía una sola colcha de peces muertos, de banda a banda. Estos peces han llegado de la cuenca alta del río Grande, yo creo que se han venido huyendo de la masa de agua fría que descendía de la cordillera; ya estaban en agonía y buscaban temperaturas más elevadas para tratar de sobrevivir.
Román PintoPescador de Santa Cruz
Yo vine con mis amigos de Santa Cruz a pescar a las lagunas España y Seboro, pero ha sucedido lo que nunca nadie ha visto por estos lugares, millones de peces muertos. Toda clase de animales que vivían en el agua se han muerto, es inmensa la cantidad de pescados, millones. Han muerto tortugas y lagartos.
Nota : El Deber
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