La paz.- El presidente de Bolivia, Evo Morales, reconoció ayer en La Paz que el narcotráfico tiene más tecnología y equipos modernos que la policía y las fuerzas armadas de su país, y pidió ayuda de la comunidad internacional para solucionar esa debilidad.
“El narcotráfico no había sido tan pequeño, tiene más tecnología que la policía, equipamiento más moderno que las fuerzas armadas y mejor comunicación”, aseguró Morales y agregó: “En vez de que las instancias del Estado hagan seguimiento a los narcotraficantes, los narcotraficantes nos hacen seguimiento”.
El presidente hizo su revelación en un discurso frente a diplomáticos y autoridades, en la sede de la cancillería boliviana, con motivo de la presentación del peruano César Guedes como jefe para Bolivia de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC).
El mandatario aseguró que Bolivia realiza esfuerzos para combatir el narcotráfico, pero hay limitaciones técnicas y financieras, por lo que “es una obligación de la comunidad internacional coordinar acciones conjuntas” contra este negocio.
“El narcotráfico (es) como una telaraña internacional y ahí, la gran debilidad del Estado es el equipamiento, es tecnología, son radares que no contamos”, dijo el presidente boliviano.
Acusó al gobierno de Estados Unidos de no haber asumido una “verdadera responsabilidad” en la lucha contra ese delito ya que, a su juicio, usa el tema con “intereses geopolíticos” para hacer denuncias de narcotráfico contra dirigentes que plantean “la liberación de los pueblos”.
También pidió a los productores de coca que ayuden a luchar contra el narco reduciendo sus cultivos.
En declaraciones a la prensa, al finalizar el acto, el encargado de Negocios de la embajada estadunidense en Bolivia, John Creamer, pidió al gobierno de Morales “superar las diferencias ideológicas, superar esos problemas del pasado” y trabajar para mitigar el daño que hace el narcotráfico.
Desde que llegó al poder en 2006, catapultado por su liderazgo en los sindicatos productores de coca, el mandatario izquierdista ha defendido la hoja de coca y sus usos culturales, medicinales e industriales. Pero al mismo tiempo, el mandatario ha impulsado la lucha contra el narcotráfico, si bien a fines de 2008 expulsó del país a la agencia antidroga estadunidense DEA, tras acusarla de conspiración contra su gobierno.
Bolivia, tercer productor mundial de cocaína después de Perú y Colombia, tiene la capacidad, según las Naciones Unidas, para fabricar 113 toneladas anuales de la droga, y sus cultivos de coca llegan a las 30 mil 900 hectáreas, de las que sólo 12 mil son consideradas legales para usos tradicionales locales.
La policía antinarcóticos del país ha decomisado, en lo que va de este año, 17 toneladas de pasta y clorhidrato.
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