Ante el incremento de casos, Epidemiología del Servicio Departamental de Salud (Sedes) de La Paz desplazó a La Asunta un equipo médico de “contención” para hacer frente a la enfermedad, informó el responsable de la unidad, René Barrientos. La región de La Paz concentra el 55% de todos los casos de lepra blanca reportados a nivel nacional.
“En el departamento hay unas 280 comunidades afectadas por la leishmaniasis. Estamos interviniendo donde hay mayor cantidad de población y mayor riesgo de propagación del vector, tal es el caso de los municipios de La Asunta y Palos Blancos, en el norte paceño”, dijo la autoridad.
Explicó que el plan que aplicarán en La Asunta contempla cuatro componentes: información para prevenir el mal; diagnóstico y detección temprana de casos; medicación de los pacientes; y fumigación en las comunidades para eliminar al agente transmisor, el mosquito Phymatous o k’echichi, como lo llaman los pobladores.
DESPLAZAMIENTO. Es, precisamente, la presencia del mosquito en las áreas pobladas una de las mayores preocupaciones de Epidemiología.
DESPLAZAMIENTO. Es, precisamente, la presencia del mosquito en las áreas pobladas una de las mayores preocupaciones de Epidemiología.
“Ya tenemos idea de que en La Asunta hay 11 comunidades que están con el vector en las áreas habitadas, normalmente este vector es de comportamiento silvestre, es decir está en el bosque, pero ya ha llegado a las comunidades; lo que queremos es alejarlo de ellas y que viva en la selva”, explicó el Jefe de Epidemiología.
Barrientos recordó que el tratamiento de la leishmaniasis es costoso, de 600 a 1.200 bolivianos, dependiendo de la edad y el peso del paciente.
No obstante, manifestó que con el programa que administran la dotación de los fármacos es gratuita, tanto para los casos en que el mal ataca a la piel, como para quienes sufren daños en la mucosa y los cartílagos de la nariz u otras partes blandas del cuerpo.
“Nuestra meta inicial es cubrir a alrededor de 4.000 habitantes, los más desprotegidos, y llegar a las comunidades lejanas que no tienen fácil acceso a los medicamentos”, sostuvo.
La leishmaniasis se trata con un fármaco que debe ser suministrado de forma controlada por especialistas, razón por la que los enfermos que reciben tratamiento en el norte paceño deben acudir recurrentemente a los centros de salud públicos.
Datos de la Unidad de Epidemiología confirman que la mayor carga de la enfermedad en el departamento de La Paz está en La Asunta y Palos Blancos. La diferencia, según Barrientos, es que en la Asunta “hay casos reemergentes, es decir, están siendo muchas más las comunidades afectadas”.
Un equipo de expertos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y del Sedes de La Paz ingresó, el 14 de junio, a cinco municipios para realizar una inspección que les permitió establecer la expansión de la enfermedad en esa región.
En el departamento de La Paz, los municipios donde se encuentra más expandida la leishmaniasis son Caranavi, Palos Blancos, Chulumani, Alto Beni y La Asunta, todos en la región tropical de los Yungas de La Paz.
Sobre la enfermedad
Nombres
A la leishmaniasis también la llaman lepra blanca, espundia o lepra del Tercer Mundo.
Síntomas
Úlceras que no duelen ni cicatrizan: cutáneas (piel), en la mucosa (cartílagos) y visceral.
Laboratorios no producen fármacos mejorados
Durante los últimos 30 años los laboratorios farmacéuticos no se preocuparon en producir medicamentos más efectivos para tratar a los enfermos que padecen de leishmaniasis, informó ayer el jefe de la Unidad de Epidemiología del Servicio Departamental de Salud (Sedes), René Barrientos.
Sobre la enfermedad
Nombres
A la leishmaniasis también la llaman lepra blanca, espundia o lepra del Tercer Mundo.
Síntomas
Úlceras que no duelen ni cicatrizan: cutáneas (piel), en la mucosa (cartílagos) y visceral.
Laboratorios no producen fármacos mejorados
Durante los últimos 30 años los laboratorios farmacéuticos no se preocuparon en producir medicamentos más efectivos para tratar a los enfermos que padecen de leishmaniasis, informó ayer el jefe de la Unidad de Epidemiología del Servicio Departamental de Salud (Sedes), René Barrientos.
“Es una enfermedad extremadamente olvidada por los laboratorios. Estamos con estos medicamentos (Glucantime y Estibogluconato) más de 30 años y no se modifican. Lamentablemente es la gente pobre la que adquiere el parásito, por eso digo que es una enfermedad olvidada”, señaló.
Datos de la Unidad de Epidemiología del Sedes-La Paz revelan que en las regiones tropicales de este departamento se concentra el 55% de todos los casos de espundia existentes en Bolivia. Ante la confirmación de un rebrote de casos en La Asunta (en los Yungas de La Paz), el Sedes envió al lugar a un equipo de dermatólogos, labradoritas, epidemiólogos y médicos generales.
Según la unidad de Gestión y Calidad en Salud, la incidencia de la espundia en La Asunta subió de 3 por 1.000 habitantes el 2006-2007 y a 8,8 por 1.000 habitantes el 2007-2008, con tendencia a crecer.
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