Después de protagonizar paros escalonados de 24, 48 y 72 horas, la dirigencia nacional de los trabajadores administrativos de la Universidad definió iniciar una huelga de hambre, en un Ampliado realizado en Cochabamba.
Lo que molestó a los administrativos fue que cuando se presentó el reformulado del presupuesto universitario, el documento ya estaba cerrado y se había ampliado la carga horaria del sector docente, que implica un incremento en los salarios, representando 7 millones de bolivianos para la Universidad, dijo el delegado al Seguro Social Universitario, Sergio Revilla.
“Si bien dicen que no hay dinero, parece contradictorio que existan 300 nuevas personas a contrato dentro de la Universidad y lo que es peor aún, ingresaron con salarios más altos que las personas que trabajan años en la institución; por ejemplo, un trabajador de Infraestructura, con diez ó 12 años gana Bs 1.700 y las personas que recién ingresaron a trabajar con contrato perciben Bs 2.200.
Por su lado, el Rector, Wálter Arízaga, manifestó que el sector administrativo está en su justo derecho de reclamar una reposición salarial que lastimosamente no es viable; el Gobierno no dio un centavo para aumento salarial.
Explicó que los contratos que se hicieron fueron en base a los requerimientos de la Universidad, hubo jubilaciones, programas que se abrieron en el área rural, donde se tuvo que contratar desde secretarias y administradores; en otros casos, se contrató gente como contraparte de varios convenios que se tiene con instituciones extranjeras como los proyectos Cambio Rural, BEISA, Biorena y otros con cooperación internacional.
Una gran mayoría de los contratos es con gente que ya trabajó con la Universidad, incluso con más dos años de contrato, no se sobregiró con los contratos, pues no llegan a 300, explicó Arízaga.
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