Una declaración que ha sido rebatida, no obstante, por los grupos de oposición sirios, que desde hace meses protestan en demanda de verdaderas reformas democráticas y exigen la renuncia del presidente.
En declaraciones a Efe por teléfono, Haman Hadad, uno de los portavoces de los Comités de Coordinación Local, aseguró que "la ofensiva militar y de seguridad prosigue desde Deraa (Sur) a Idleb (Norte) y desde Homs (Centro) a Deir el Zur (Este)".
"El régimen dice que se retiró pero las tropas y los tanques continúan en los alrededores de las ciudades, mientras en el interior siguen desplegadas las fuerzas de seguridad y los shabiha (matones del régimen)".
El activista acusó, igualmente, a las fuerzas del orden y a estos grupos de agentes no uniformados de saquear las viviendas y comercios y de practicar arrestos arbitrarios.
Asimismo, aseguró que el campo de refugiados palestinos de Al Raml, situado en un barrio del mismo nombre de la ciudad occidental de Latakia, está "prácticamente vacío por los bombardeos sufridos" en los últimos días.
Los Comités de Coordinación Local denuncian también que las fuerzas de seguridad mantienen sitiada la mezquita de este campo y han disparado contra su minarete.
La misma fuente afirma que en este barrio se mantiene la presencia militar y que las fuerzas del orden causan destrozos en la zona de Bustan al Samakeh, mientras que en la de Yafa se escuchan disparos de armamento pesado.
Además, una docena de vehículos cargados con ametralladoras entraron en el barrio de Gharraf, al Norte del campo de refugiados de Al Raml, agrega.
Igualmente, asegura que en otras zonas del país, como en Yabal al Zauya, en la provincia de Idleb, se escuchaban disparos, y que aviones militares sobrevolaban la localidad de Saraqeb.
También en Hama, una ciudad muy castigada por la represión desde el inicio de las protestas el pasado marzo, hay una gran presencia de fuerzas de seguridad y de militares en las principales plazas, denunció.
Mientras que en el resto del país, continuaron las redadas y los arrestos, especialmente en Damasco y Deraa, y en las provincias de Deir el Zur y Rif Damasco, apostilló.
En este sentido, los grupos opositores y de derechos humanos calculan que más de 15.000 personas han sido detenidas desde marzo y denuncian que otras dos mil han perecido en la represión.
"El cambio es inevitable. El régimen es incapaz de resolver la crisis porque sólo recurre a la solución de seguridad. Al Asad debe marcharse", subrayó Hadad.
Una exigencia parecida a la expresada por Estados Unidos, la Unión Europea, Reino Unido, Francia y Alemania, que han pedido la dimisión del presidente sirio.
Una posición que se mantiene firme pese a las promesas hechas este jueves por Al Asad al secretario general de la ONU de poner fin a la represión y llevar a cabo reformas democráticas.
"Las promesas de reforma del presidente han perdido toda su credibilidad, pues no pueden tener éxito bajo una represión permanente", afirmó la Alta Representante de la UE, Catherine Ashton.
Una declaración en la línea del presidente norteamericano, Barack Obama, quien insistió en que "el presidente Al Asad debe encabezar una transición democrática o hacerse a un lado".
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