Con el estudio a diseño final para la fábrica de cemento concluido, los potosinos deben definir si el proyecto se emplaza en Quiburi o se encara
un nuevo estudio para cambiar su ubicación, eso fue lo que se escuchó anoche en el diálogo entre dirigentes cívicos, la ministra de Desarrollo Productivo y Economía Plural, Ana Teresa Morales Olivera y ejecutivos de la Empresa de Cemento de Bolivia (Ecebol).
Las autoridades nacionales presentaron 18 volúmenes que contienen el estudio a diseño final para la instalación de la fábrica de cemento en la zona de Quiburi elaborado en un año con una inversión de 1,5 millones de dólares.
El principal cuestionamiento del presidente del Comité Cívico Potosinista (Comcipo), Celestino Condori, fue que no se tomó en cuenta la decisión de los coromeños de que la fábrica se construya en río Marquez.
El gerente de la Ecebol, Roger Valberde, señaló que la definición del sitio de emplazamiento no es un capricho de nadie porque responde al hecho de que Quiburi tiene 14.3 millones de toneladas de caliaza y en las proximidades hay 94 millones de toneladas más.
Esa reserva garantiza que la fábrica funcione continuamente por lo menos 20 años y se podrá alargar su vida útil ampliando las reservas a través de procesos de exploración y cuantificación.
Los delegados institucionales hicieron incapie en el hecho de que se busca una fábrica cerca del límite con Oruro con el fin de preservar la soberanía departamental.
Esa incertidumbre fue frenada por el gobernador, Félix Gonzáles, quien anunció que el próximo año construirá a los pies del cerro Pahua una fábrica de cerámica reivindicando el derecho de los potosinos a ese territorio.
Con la información recibida anoche los delegados institucionales deben definir si se acepta el proyecto o se insiste con otro nuevo que tardará como año y medio para su acabado, además que la construcción llevará tres años más.
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