Oriente eliminado. De la pena máxima a la bronca máxima. Aurora lo dejó afuera de la final de la Copa AeroSur al ganarle en la definición por penales, provocando malestar entre sus hinchas y un sector del periodismo.
¿Es para tanto? No nos olvidemos que Oriente había sido un tanto superior a un mediocre Blooming, pero tampoco un dechado de virtudes para ponerlo en un pedestal de equipo casi invencible. Al contrario, mostró muchas falencias.
Recuerdo que, después de los clásicos, en este blog señalamos que, en ataque, insinuaba más de lo que concretaba; en el medio, no tenía mucha generación de juego; y que, en defensa, tambaleó cuando lo exigieron.
Oriente no es el mismo del anterior semestre. Perdió solidez defensiva, jerarquía en el mediocampo y aún no muestra contundencia en ataque.
Esto se debe a que no están Schiapparelli (por lesión) ni Caamaño, dos puntales en la zaga; a que dejó ir a dos volantes ofensivos con talento y cuota de gol, como Jhasmani Campos y Mauricio Saucedo; y a que en la delantera no consolida sus variantes ni cuenta con un goleador nato.
Para que las cosas mejoren, los defensores tendrán que afianzarse mucho más; los mediocampistas armonizar el juego, y el ataque ser más efectivo. En consecuencia, Brau y Bejarano deberán brindar más seguridad, Argüello acoplarse mejor, Joselito asumir rol de conductor y Delorte aportar un poco más de juego y, sobre todo, goles.
¿Y Ramacciotti? Deberá definir cuanto antes si conviene un equipo con tres atacantes u otro con más mediocampistas, además de ajustar un poco más la idea de lo que pretende de su equipo en la cancha.
Oriente busca una nueva identidad, no hay que olvidarse de eso. Y cuando un equipo está en esa búsqueda, es una incógnita, una caja de sorpresas de la cual pueden surgir cosas buenas o malas. Lo de anoche fue una muestra.
Nota:Once A Once
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