La formación reunió a 37 líderes comunitarios y se centró en facilitar herramientas esenciales para la planificación y el diseño de proyectos. Ross ofreció consejos para distinguir entre metas, objetivos, actividades y tareas. También abordó la capacidad de trabajar en un ámbito multisectorial e interdisciplinario.
“Un proyecto debe surgir de las necesidades de nuestra comunidad”, afirmó Ross. “Esto implica que estamos conectados y que conocemos los problemas y las soluciones”.
Ross también dijo que un proyecto debe responder a una necesidad específica o lograr un objetivo establecido. “Por ejemplo, existe una ley sobre mecanismos de protección social para las personas con VIH y con discapacidad, pero no se cumple, entonces hacemos un proyecto para que se aplique”, indicó. “¿Qué debe cambiarse y cómo?”
Asimismo, propuso analizar el reparto de poder. “¿Quién tiene el poder de decidir, de lograr el cambio deseado?”, preguntó. “¿Quién gana y quién pierde?”.
En su discurso en el museo de arte, Ross felicitó a los organizadores por la iniciativa de reflexionar sobre los cuarenta años de respuesta al VIH en Bolivia. El acto de clausura reunió a más de 200 personas.
“Celebremos los logros, pero no pensemos que la epidemia ha terminado”, observó. “Bolivia sigue enfrentándose a grandes desafíos a la hora de dar una respuesta al VIH”, dijo, mencionando el estigma y la discriminación que dan lugar a depresiones crónicas, falta de autoestima, aislamiento, y maltrato por parte de las familias, las parejas, los empleadores, los compañeros de estudio y los vecinos.
Fuente : Consejo Mundial de Iglesias
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