El presidente Evo Morales inauguró la mañana del sábado en Villa Tunari las operaciones del Tramo I del Gasoducto Carrasco-Cochabamba (GCC) que incrementará los envíos de gas al occidente del país de 22 a 33 millones de pies cúbicos por día (MMpcd).
"Esperamos haber cumplido una etapa en la instalación de este tramo, falta la etapa más difícil, que es la del Sillar. Tenemos que cumplir con las metas para bien de los bolivianos", remarcó el jefe de Estado en un acto en el que participaron varios ministros y los ejecutivos de la estatal Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos.
El gasoducto de 108 kilómetros fue construido en al menos 18 meses de trabajo con una inversión de 57, 2 millones de dólares y la creación de más de 600 fuentes de empleo.
Según fuentes de YPFB Transportes, la zona más complicada para la construcción del Tramo I fue el cruce del río Chimoré, por la geología del terreno y por la época de lluvias.
El Gasoducto Carrasco Cochabamba tiene 250 kilómetros de longitud y 16 pulgadas de diámetro, consta de tres tramos: Tramo I Carrasco-Villa
Tunari, de 108 kilómetros, entregado el sábado; Tramo II Villa Tunari ? Pampa Tambo, de 78 kilómetros por construir y Tramo III Pampa Tambo-Cochabamba, de 65 kilómetros, que fue entregado en mayo de 2009.
El costo total de la obra asciende a 175,2 millones de dólares y cuando esté concluido enviará 120 millones de pies cúbicos por día desde el trópico de Cochabamba a las ciudades de Oruro, Potosí, El Alto y La Paz y 250 millones de pies cúbicos por día, cuando se instalen estaciones de comprensión intermedias, cantidad suficiente para abastecer el mercado interno.
Morales destacó la entrega del primer tramo del GCC, el que aseguró se construyó con profesionales y con recursos propios. "Estamos entregando con nuestra plata y nuestros técnicos", matizó.
El Jefe de Estado dijo que la obra es resultado de la larga lucha de los movimientos sociales para recuperar los recursos naturales y rememoró que en los anteriores gobiernos, se hicieron varios intentos para sacar a los campesinos de la región del trópico, con la denominada "opción cero", que intentó implementar el ex presidente ultraliberal, Gonzalo Sánchez de Lozada.
"Querían cero de tierra, cero de coca y cero de aymaras y quechuas en el trópico", remarcó y aseguró que esas intenciones forzaron a los campesinos, colonizadores y cocaleros a organizarse en defensa de los recursos naturales hasta alcanzar el poder en enero de 2006.
Recomendó a los ejecutivos de YPFB, al Ministro de Hidrocarburos y a los técnicos bolivianos fortalecer las empresas estatales para alcanzar la industrialización de los hidrocarburos, una tarea todavía pendiente.
Nota : Opinion |
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