Mientras la Alcaldía procedió a delimitar los espacios en las calles Amboró y Sutós para reubicar a los comerciantes en el mercado La Ramada, algunos vendedores se resisten a despejar el lugar para dejar los cuatro metros de vía, acordado con la municipalidad, para que transiten los vehículos.
Durante la reasignación de espacios, una mujer se agarró a puñetes con un grupo de gendarmes y funcionarios municipales cuando éstos intentaron pintar la franja que delimita el tamaño de las casetas.
“La mujer se resistió y utilizó ácido para intentar retirar la pintura. Esa persona será sancionada”, expresó José Canudas, oficial mayor de Defensa Ciudadana, que inspeccionaba el lugar.
Por su parte, los dirigentes gremialistas Jesús Cahuana y Róger Lavardenz mediaban con los comerciantes para que éstos hagan caso a los funcionarios.
“Es un compromiso que hemos hecho; los comerciantes tienen que ceder el espacio, retirar los toldos que sean inflamables, todos tenemos que ordenarnos”, manifestó Lavardenz.
Algunos conpradores lamentaron que los comerciantes incumplan su compromiso. “Parece que esta gente quiere morir; no les importa vender en condiciones de peligro. La calle Muchirí también ha vuelto a llenarse de comerciantes. Aquí no hay acuerdo que valga”, sostuvo Malena Méndez, que estaba ayer en el mercado La Ramada.
A su vez, los concejales oficialistas Carlos Manuel Saavedra y Leonardo Roca indicaron que iban a coordinar con la Empresa Municipal de Aseo Urbano (Emacruz) para que recoja los escombros que todavía están esparcidos en la calle Amboró, vía que fue consumida por el incendio ocurrido la madrugada del 26 de mayo.
Nota : El Deber
0 Comentarios