Vicepresidente dice que Bolivia busca su modelo de desarrollo sin imitar a nadie

El Vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, dijo ayer en la capital chilena que su país busca diseñar su destino "sin imitar a nadie" y no tiene para ello "un modelo a seguir".



García Linera, que llegó el miércoles a Santiago, pronunció una conferencia sobre "Poder, Estado y Socialismo en la Bolivia Contemporánea" en el edificio de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Ante un auditorio repleto de diplomáticos y funcionarios de Naciones Unidas, García Linera subrayó que Bolivia atravesó entre los años 2000 y 2005 una crisis de Estado que fue también "una crisis institucional, de orden y de legitimación".
A juicio de García Linera, esta crisis fue fruto de tres fallas estructurales que estaban presentes desde su conformación como Estado, en 1825, y que el país ha tenido que afrontar en la última década.
Según explicó, estas fallas responden a la huella del colonialismo, que hasta 1952 negó derechos a la mayoría de la población indígena; así como al centralismo, que concentró el poder en la sede del Ejecutivo, primero en Sucre y luego en La Paz.
A estos dos factores se suma la configuración de Bolivia como país productor de materias primas y su dependencia estructural para importar productos manufacturados, añadió García Linera, quien posee estudios en matemáticas y sociología.
Todo esto derivó en una crisis en la que confluyeron la capacidad de movilización y el ideario colectivo desarrollado por el movimiento indígena y obrero con la falta de capacidad del Estado para preservar su legitimidad, señaló.
Esas movilizaciones llevaron en 2006 al poder a Evo Morales, el primer indígena en asumir la Presidencia de su país.
"La victoria del presidente Evo es una de las revoluciones simbólicas y logros materiales más importantes de nuestra historia", dijo García Linera, quien llegó a la Vicepresidencia de la mano del propio Morales.
A su juicio, el Gobierno boliviano ha comenzado a construir gradualmente su nueva institucionalidad a partir de la resolución de esas tres fallas estructurales, sobre la base de la plurinacionalidad del Estado y la descentralización en autonomías.
Además, García Linera defendió el modelo de desarrollo económico de Bolivia y su énfasis en la distribución de la riqueza.
"Somos un gobierno popular, indígena y de izquierda, pero no por eso tenemos que ser desalineados en el tema económico", enfatizó.
En este punto, destacó que en cuatro años, de 2006 a 2009, el producto interno bruto de Bolivia ha pasado de 9.000 millones de dólares a 17.000 millones, mientras que sus exportaciones pasaron de 2.700 millones a 5.300 millones de dólares en ese mismo periodo.


Nota : Jornada

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