La mayor organización sindical de Bolivia anuncia para el próximo viernes un "paro nacional" de 24 horas y marchas en todas las ciudades, en protesta por la escasez de algunos alimentos y los aumentos de precios, y para reclamar ajustes salariales superiores a la inflación.
La Paz, 16 feb (EFE).- El secretario ejecutivo de la Central Obrera Boliviana (COB), Pedro Montes, dijo a medios locales que a la protesta se sumarán otras organizaciones "porque la crisis económica que vive el país afecta al estómago de todos los bolivianos".
La dirección nacional de la COB se reunió la pasada noche en La Paz, después de varias jornadas de manifestaciones, disturbios y bloqueos de carreteras en todo el país, por la crisis alimentaria y la inflación, entre otras demandas.
Las protestas siguen hoy en varias regiones e incluyen el bloqueo de una de las vías del sur de Bolivia que lleva hacia Argentina.
Montes aseguró que el gobierno del presidente boliviano, Evo Morales, no tiene políticas efectivas para reactivar la producción en las minas, ni en el campo, ni para frenar las subidas de los precios de los alimentos y el transporte.
La COB también pide que los ajustes salariales de este año, que debe aprobar el mandatario en los próximos meses, sean superiores al 7% de inflación de 2010.
Montes se reunió el martes con los presidentes del Senado, René Martínez, y la Cámara de Diputados, Héctor Arce, ambos oficialistas, para solicitarles que convoquen a varios ministros a explicar qué leyes están preparando en favor de los obreros y campesinos.
La convocatoria a la huelga nacional se produce pocas horas después de que Morales anunciase anoche la segunda remodelación del gabinete de ministros en menos de un mes.
Morales creó el Ministerio de Comunicación, cuyo titular será el hasta hoy responsable de la comunicación y la propaganda oficial, el portavoz presidencial Iván Canelas.
La ministra de Trabajo, Carmen Trujillo, que había sido ratificada hace apenas tres semanas pero tuvo desencuentros con la COB, fue reemplazada por su viceministro, Félix Rojas Gutiérrez, ex senador del partido de Morales, el Movimiento al Socialismo (MAS).
Elizabeth Salguero, candidata derrotada del MAS a la Alcaldía de La Paz en 2010, es la nueva ministra de Culturas, en reemplazo de la cantante folclórica Zulma Yugar.
El pasado 23 de enero Morales cambió a los titulares de Hidrocarburos, Desarrollo Productivo y Medio Ambiente y Agua, en momentos en que su popularidad había caído al menor nivel en 60 meses, al 36 por ciento, tras haber obtenido casi el doble de respaldo en las últimas elecciones (2009).
Aunque han pedido su destitución varias organizaciones sociales afines al gobierno, que la acusan de agravar en vez de resolver la crisis alimentaria, no fue removida anoche la ministra de Desarrollo Productivo, Teresa Morales, nombrada en enero.
En las manifestaciones de los últimos días se pidió el cierre de la empresa estatal Emapa, distribuidora de alimentos que depende de esa cartera, al descubrirse que proveyó primero víveres escasos como el azúcar a funcionarios y sectores oficialistas, mientras la población hace colas incluso de noche para comprarlos.
El presidente enfrenta un creciente descontento de los bolivianos desde que en diciembre decretó un aumento de precios de los combustibles de hasta el 82%, medida de la que se retractó ante las protestas populares, en las que participaron sus propias bases.
La dirección nacional de la COB se reunió la pasada noche en La Paz, después de varias jornadas de manifestaciones, disturbios y bloqueos de carreteras en todo el país, por la crisis alimentaria y la inflación, entre otras demandas.
Las protestas siguen hoy en varias regiones e incluyen el bloqueo de una de las vías del sur de Bolivia que lleva hacia Argentina.
Montes aseguró que el gobierno del presidente boliviano, Evo Morales, no tiene políticas efectivas para reactivar la producción en las minas, ni en el campo, ni para frenar las subidas de los precios de los alimentos y el transporte.
La COB también pide que los ajustes salariales de este año, que debe aprobar el mandatario en los próximos meses, sean superiores al 7% de inflación de 2010.
Montes se reunió el martes con los presidentes del Senado, René Martínez, y la Cámara de Diputados, Héctor Arce, ambos oficialistas, para solicitarles que convoquen a varios ministros a explicar qué leyes están preparando en favor de los obreros y campesinos.
La convocatoria a la huelga nacional se produce pocas horas después de que Morales anunciase anoche la segunda remodelación del gabinete de ministros en menos de un mes.
Morales creó el Ministerio de Comunicación, cuyo titular será el hasta hoy responsable de la comunicación y la propaganda oficial, el portavoz presidencial Iván Canelas.
La ministra de Trabajo, Carmen Trujillo, que había sido ratificada hace apenas tres semanas pero tuvo desencuentros con la COB, fue reemplazada por su viceministro, Félix Rojas Gutiérrez, ex senador del partido de Morales, el Movimiento al Socialismo (MAS).
Elizabeth Salguero, candidata derrotada del MAS a la Alcaldía de La Paz en 2010, es la nueva ministra de Culturas, en reemplazo de la cantante folclórica Zulma Yugar.
El pasado 23 de enero Morales cambió a los titulares de Hidrocarburos, Desarrollo Productivo y Medio Ambiente y Agua, en momentos en que su popularidad había caído al menor nivel en 60 meses, al 36 por ciento, tras haber obtenido casi el doble de respaldo en las últimas elecciones (2009).
Aunque han pedido su destitución varias organizaciones sociales afines al gobierno, que la acusan de agravar en vez de resolver la crisis alimentaria, no fue removida anoche la ministra de Desarrollo Productivo, Teresa Morales, nombrada en enero.
En las manifestaciones de los últimos días se pidió el cierre de la empresa estatal Emapa, distribuidora de alimentos que depende de esa cartera, al descubrirse que proveyó primero víveres escasos como el azúcar a funcionarios y sectores oficialistas, mientras la población hace colas incluso de noche para comprarlos.
El presidente enfrenta un creciente descontento de los bolivianos desde que en diciembre decretó un aumento de precios de los combustibles de hasta el 82%, medida de la que se retractó ante las protestas populares, en las que participaron sus propias bases.
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