La Paz, 23 de mar. La violencia universitaria volvió a las calles ayer, en la conclusión del paro de dos días de la Central Obrera Boliviana (COB). Los estudiantes utilizaron cachorros de dinamita en su protesta y causaron destrozos a espacios públicos. La población y las autoridades lamentaron los actos. Esporádicos grupos de trabajadores de salud, del magisterio y universitarios obstaculizaron algunas calles céntricas. Para el Ejecutivo, el paro fue “un rotundo fracaso”, porque las actividades laborales, educativas y comerciales se desarrollaron con bastante normalidad.
La COB demandó al Gobierno la derogación del decreto de incremento salarial, el reconocimiento al costo de su canasta familiar de 8.309 bolivianos, la derogación del 21060 y la reactivación del aparato productivo, mientras que el sistema universitario se movilizó por considerar que la Ley del Presupuesto, la Ley Avelino Siñani-Elizardo Pérez y el proyecto de propuesta del Seguro Universal de Salud (SUS) violan su autonomía. Las protestas, para el ministro de Trabajo, Félix Rojas, fueron débiles “porque hubo un distanciamiento (entre) las bases y la dirigencia sindical de la COB, porque la dirigencia no está interpretando el momento coyuntural que vive el país”.
A su turno, Pedro Montes, el secretario ejecutivo de la COB, afirmó que un nuevo diálogo con el Gobierno necesariamente debe ser con el presidente Evo Morales, porque “dialogar con los ministros no es garantía para los trabajadores”. Según el dirigente el diálogo con los ministros se inició desde el año pasado y fue un fracaso, porque de cuatro mesas de discusión sólo se avanzó en una, la de la Ley de Pensiones.
El ministro de Trabajo dijo que el debate con la COB no está agotado porque hay temas como la nueva Ley de Trabajo, la reactivación del aparato productivo, la abrogación del Decreto Supremo 21060. “Se puede seguir inclusive dialogando sobre la canasta familiar, pero no para imponerla o ponerla en vigencia, sino para hallar los fundamentos y los principios que deben regir en la elaboración de una canasta familiar en el país”, señaló.
El ministro de Trabajo dijo que el debate con la COB no está agotado porque hay temas como la nueva Ley de Trabajo, la reactivación del aparato productivo, la abrogación del Decreto Supremo 21060. “Se puede seguir inclusive dialogando sobre la canasta familiar, pero no para imponerla o ponerla en vigencia, sino para hallar los fundamentos y los principios que deben regir en la elaboración de una canasta familiar en el país”, señaló.
Añadió que el tema del incremento salarial no puede ser materia del debate, porque ya es una norma jurídica que está en plena vigencia para todos los asalariados bolivianos y extranjeros en el país.
Por su parte, el director departamental de Educación, Sebastián Gutiérrez, aseguró que en el magisterio los docentes asistieron a las aulas con total normalidad. Sin embargo, la asistencia de los maestros a las unidades educativas fue controlada para determinar sanciones a los que no trabajaron. Igual situación se aplica para los trabajadores en salud.
UNIVERSITARIOS VIOLENTOS
El ministro de Comunicación, Iván Canelas, en conferencia de prensa, lamentó la actitud violenta de algunos estudiantes universitarios que hicieron detonar dinamitas y petardos en las puertas de la UMSA, pasado el medio día, en momentos en que se desarrollaba la Conferencia del Comité Ejecutivo de la Universidades de Bolivia (CEUB).
“Pequeños grupos de estudiantes primero se enfrentaron entre ellos destruyendo las puertas del monoblock de la Universidad Mayor de San Andrés. En el transcurso del día esos pequeños grupos generaron temor entre la población, hicieron reventar petardos y algunos cachorros de dinamita obligando a los vehículos, sobre todo cercanos a la universidad a que retrocedan”, deploró Canelas y añadió que estas actitudes no coinciden con el interés que demostró el Gobierno en resolver los problemas a través del diálogo.
Sobre el tema, el ejecutivo de la Federación Universitaria Local de la UMSA, Eduardo Caba, dijo a Cambio que los grupos violentos pertenecen a la línea ‘trotskista’ que se oponen a los universitarios que se reunieron con el presidente Evo Morales.
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